Despedirse de su amado padre fue lo último que hizo Ruddy Campos Morales, exagente del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), antes de ser alcanzado por unos despiados que le quitaron la vida.
Campos, de 37 años, falleció la tarde de este martes 16 de enero en el sector de El Zota, en Ticabán de Pococí, en Limón, luego de recibir múltiples disparos en la cabeza, el pecho y la espalda.
Según la oficina de prensa del OIJ, los hechos ocurrieron a eso de las 6:40 p.m., cuando Campos iba saliendo en su motocicleta de la casa de su padre, momento en el que se escucharon las detonaciones de un arma de fuego.
“La motocicleta en la que viajaba la víctima no se encontraba en el sitio, aparentemente, se la llevaron las personas que acabaron con su vida. Además, se llevaron un arma, la cual aparentemente era de Campos”, informó la Policía Judicial.
Pasó a conversar
Yessica Campos, hermana de Ruddy, comentó a La Teja que el ataque ocurrió instantes después de que el exagente se despidió de su papá, a quien pasó a saludar luego de haber cerrado la pulpería que el exagente administraba en esa zona.
“Es demasiado, es algo que no se puede comparar ni te lo puedo describir”.
— Yessica Campos, hermana del exagente judicial
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“Él fue a donde mi papá, porque la pulpería queda casi que al frente de la casa de mis papás. Él estuvo hablando con mi papá, le explicó cómo estaba todo y después de despedirse decidió irse para la casa de él.
“Al puro frente de la propiedad de mis papás hay como una montañita y de ahí salieron varios sujetos que lo interceptaron y le dispararon, él ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar”, contó la hermana de Ruddy.
El papá de Campos escuchó las detonaciones, por lo que salió su casa y recorrió los 75 metros que hay entre la entrada de la vivienda y el lugar donde ocurrió el ataque.
“Mi papá vio cuando los sujetos agarraron la moto para huir, y ya no había nada qué hacer”, agregó Yessica.
De momento, el OIJ no ha determinado el móvil del homicidio; sin embargo, la hermana de Ruddy prácticamente descartó que el ataque se haya dado para robarle la moto.
Dejó el OIJ
Yessica contó que su hermano trabajó en el OIJ por aproximadamente 9 años, hasta que por decisión propia abandonó la Policía Judicial a mediados del 2019. En ese tiempo estuvo destacado en la unidad de protección de víctimas y testigos, también laboró un tiempo para la Policía de Control de Drogas.
Tras salir del OIJ, Campos decidió incursionar en unos proyectos personales y además empezó a trabajar como contratista para una empresa de la zona; sin embargo, sus labores concluyeron con la llegada de la pandemia por el covid-19.
“Cuando se vino el tema de la pandemia hubo un recorte, por todo lo que afectó a la economía del país, como él estaba por contrato este finalizó, entonces empezó a quedarse con mis padres para administrar una pulpería que tienen mis papás”, contó Yessica.
Muy protector
En cuanto a cómo era su hermano, Yessica describió a Ruddy como un hombre de gran corazón, que siempre estaba muy pendiente de sus hermanas, y que hacía todo lo posible para que a sus papás no les faltara nada.
“Nosotros somos tres mujeres y Ruddy era el único varón, él era muy sobreprotector, él nos protegía mucho a nosotros y a mis papás, de hecho él nunca se fue de la zona donde vivía con mis papás, pese a que es una zona tan conflictiva, porque él necesitaba estar protegiendo a mis papás”, contó Campos.
Por esa misma situación de vivir en una zona conflictiva es que Ruddy había tomado la decisión de cerrar la pulpería todos los días a las 7:30 p.m., además, él siempre andaba armado, pues según contó su hermana, ya una vez habían asaltado el negocio.
Gran corazón
El exagente judicial también fue descrito por sus seres queridos como una persona con un corazón de oro, que siempre buscaba la forma de contribuir con su comunidad, especialmente con las personas más necesitadas.
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“Como la comunidad donde vivía era muy rural y de escasos recursos, el todos los años, en el mes de diciembre, sacaba de sus propios recursos para hacerle una fiesta de la alegría a los niños más necesitados de esa zona”, contó Yessica.
Alejandra Morales, prima de Ruddy, también recordó a Campos como una persona muy alegre y servicial, que siempre estaba dispuesto ayudar a los demás.
“Como familia lo único que pedimos es justicia por la muerte de Ruddy, que esto no se quede impune, esas son las pocas palabras con las que me puedo referir a mi querido primo”.
La vela de Ruddy se llevó a cabo la tarde de este miércoles en la casa de sus padres en El Zota de Ticabán y su funeral se realizaría la mañana de este jueves en Pococí.