Abelino Esquivel, exdiputado del Partido Renovación Costarricense (2014-2018), fue absuelto de la acusación por el delito de tráfico de influencias.
La Fiscalía lo acusaba por supuestamente haberle pedido a Marco Feoli, exministro de Justicia, que le diera beneficios carcelarios a un pastor condenado a 16 años de cárcel por violar a una menor de edad con discapacidad.
La sentencia a favor del exlegislador fue dictada por el Tribunal Penal de Hacienda y de la Función Pública la tarde de este jueves 16 de diciembre. El juicio dio inicio el pasado viernes 3 de diciembre.
El por tanto fue leído por el juez Sergio Quesada, quien explicó que, tras analizar todas las evidencias y testimonios, el tribunal llegó a la conclusión de que durante el debate no quedó demostrado que Esquivel cometiera un delito al buscar una reunión con Feoli en marzo del 2018, para ver el caso del pastor condenado.
“En este caso es más que claro que aquí no se configuró delito alguno, sí quedó clara la reunión que ustedes tuvieron, pero una cosa es el delito de tráfico de influencias, donde debe quedar plenamente acreditado que usted (Abelino) influyó en un servidor público y tienen que darse varios elementos para que podamos decir que una persona influyó en otra, no es simplemente que usted llegó y habló con la persona, o si solicitó algo a la persona”, detalló Quesada.
De esta manera, los jueces respaldaron la versión dada en aquel momento por Esquivel, quien tras ser denunciado por Feoli ante el Ministerio Público, dijo que el pastor, apellidado Barquero Benavides, no era amigo suyo y que él como diputado estaba ayudando a una ciudadana (esposa de Barquero), para que ella pudiera pedirle a Justicia que revisara el caso de su marido.
Tras escuchar la sentencia, Abelino dijo estar muy agradecido con Dios y destacó que, según él, se hizo justicia, pues no existía motivo alguno para haberlo llevado a juicio.
No les dieron pelota
La absolutoria a favor del exdiputado no fue bien recibida por la Fiscalía Adjunta de Probidad, Transparencia y Anticorrupción, la cual la mañana de este jueves había solicitado cuatro años de cárcel contra Esquivel y cuatro años de inhabilitación para ejercer cargos públicos, incluso de elección popular.
En su acusación, la Fiscalía aseguró que el exlegislador había intentado generar una ventaja indebida para el pastor Barquero, sin seguir los procedimientos correspondientes de los cuerpos técnicos del centro penal Jorge Debravo, donde estaba encerrado, y del Instituto Nacional de Criminología, pero los jueces no aceptaron ese argumento.
Ante una consulta de La Teja, el Ministerio Público informó que esperarán a recibir la sentencia integral del caso para analizarla y determinar si procede o no una apelación.
La Procuraduría de la Ética Pública también se fue con las manos vacías del debate, pues con la absolutoria se vino abajo la solicitud que había hecho para que Esquivel pagara ¢5 millones por daño social.
A otro juicio
Pese a que salió bien librado de este juicio, Abelino deberá regresar a los Tribunales de Justicia para enfrentar otra causa que se le abrió como sospechoso de exigirle a sus asesores legislativos una parte de sus salarios.
Este caso salió a la luz en agosto del 2018, cuando los entonces asesores de Esquivel, Álvaro Oconitrillo, Joselyn Rodríguez y Shirley Marín, denunciaron que el exlegislador les cobraba cuotas mensuales, que en entre los tres sumaban ¢575 mil.
Por esta causa, el pasado mes de febrero, Wray Esquivel, hermana de Abelino y jefa de despacho de su oficina en ese entonces, fue condenada a nueve años de cárcel.
El exlegislador fue separado de ese debate por una orden sanitaria, por lo que se tiene previsto que enfrente un juicio por este caso en abril del 2022.