La familia del pequeño Samuel Arroyo, el niño de 8 años que falleció en febrero de este año, tras ser alcanzado por una bala perdida mientras dormía en su cama, tuvo que tomar una difícil decisión para tratar de darle cierre a ese doloroso capítulo, el cual marcó sus vidas para siempre.

Así lo contó a La Teja Luis Arroyo, papá de Samuel, quien dijo que junto a su esposa decidieron dejar atrás la casa, en La Gloria de Zapote, que por tanto tiempo fue su hogar, para así tratar de buscar un nuevo comienzo junto a sus otros tres hijos.

“Nosotros lo que hicimos fue cerrar ese capítulo, salimos de Zapote para irnos a vivir a Desamparados, así cambiamos de ambiente completamente. También hemos tratado de no estar ahí, donde pasaron los hechos, más sabiendo que las personas que causaron esto andan ahí libres, así es como lo hemos manejado”, contó Arroyo.

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El doloroso caso del pequeño Samuel es uno de los más recordados en este 2023, el cual oficialmente se convirtió en el año más violento en la historia de nuestro país, pues a escasos días de que llegue a su fin ya se superó la cifra de los 900 homicidios.

Samuel no fue el único inocente que perdió la vida a consecuencia de la ola de violencia que azotó al país en este año, pues según datos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), al pasado 14 de diciembre se registraban 44 víctimas colaterales, es decir, personas que fueron asesinadas sin tener ningún vinculo con hechos criminales.

Ese dato es bastante alarmante para las autoridades, y un reflejo de la realidad del país, pues dicha cifra prácticamente duplicó la que se registró en el 2022, año en el que 18 personas inocentes murieron en hechos en los que no tenían nada que ver.

Navidad muy diferente

Como era de esperar, la celebración de Navidad fue muy diferente para la familia de Samuel, pues en medio de esa festividad fue imposible no recordar al pequeño y la alegría que este traía a su hogar en estas fechas.

“No ha sido igual y fue una Navidad muy diferente, pero puedo decir que estamos fortalecidos en Dios. No ha sido fácil, pero ahí vamos fortalecidos y echando para adelante, de la mano de Dios”, dijo el papá de Samuel.

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En marzo de este año un joven de 15 años fue detenido por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) como sospechoso de participar en la balacera, ocurrida la madrugada del 27 de febrero, que terminó por cobrar la vida de Samuel.

Sin embargo, en agosto de este mismo año el Tribunal Penal de San José absolvió al muchacho de toda responsabilidad, pues no se logró determinar que este tuviera alguna relación los hechos.

“Tratamos de seguir con nuestras vidas, agarrados de la mano de Dios, creyendo que algo nuevo y diferente tiene Dios para cada uno de nosotros”.

—  Luis Arroyo, papá de Samuel.

Anteriormente el papá de Samuel había dicho que él y su familia dejaban todo el proceso en manos de Dios y que sin importar el resultado de este ellos seguirían confiando en Él para seguir adelante, pensamiento que siguen sosteniendo hasta el día de hoy.

“Todo lo que pasa es por voluntad de Dios, todo lo que nos pasó a nosotros fue por voluntad de Dios y ha sido Él quien ha restaurado y le ha dado fuerza a cada miembro de nuestra familia”.

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Su granito de arena

Pese a la difícil situación que Luis y su familia han tenido que afrontar por la trágica muerte de su hijo, ellos se han convertido en un ejemplo de valentía y esperanza, pues además de no guardarle ningún rencor a las personas que causaron esa balacera también mantienen la fe de que Dios tiene un gran propósito para ellos.

“Lo que yo podría decir es que en Dios está nuestro refugio y salvación, sea como sea Él no se equivoca, si Dios permite las cosas es por algo y con un propósito grande que tal vez hoy por hoy no lo comprendemos, pero algún día lo comprenderemos”.

En cuanto a la ola de violencia que tiene al país contra las cuerdas, y que ha cobrado la vida de tantos inocentes como Samuel, Arroyo dijo que las autoridades deben tomar más acciones, sin embargo, destacó que si se quiere ver un cambio en el país este debe empezar en cada uno de los hogares.

“Hay que trabajar con lo que se tiene, pero realmente todo esto tiene que cambiar desde cada hogar, cada uno debe poner su granito de arena para cambiar lo que está pasando en el país”.