Gabriela Jiménez Romero, hija de Jorge Jiménez Berrocal, el finquero asesinado, al parecer, por orden de uno de sus hermanos, relató que ella también fue víctima de un atentado y que recibió amenazas de muerte.
Así lo contó la mañana de este jueves 16 de marzo durante la declaración que rinde en los Tribunales de Goicoechea, donde se lleva el juicio por el homicidio de su papá. El acusado en este caso es su tío de apellidos Jiménez Berrocal, conocido como Luigi.
La hija del finquero explicó que en el 2000, su papá empezó a tener problemas con otro de sus hermanos, quien fue excluido del debate debido a que no estaba en condiciones mentales para afrontar el proceso.
Al parecer, el conflicto se dio debido a que el hermano de don Jorge, quien era conocido como Macho Jiménez, pidió que dividieran las empresas de las que eran socios.
Según la mujer, sin entrar en mayores detalles, su papá le dijo que estuviera atenta, haciéndolo entender que se encontraban en una situación de peligro, sin embargo, ella aún no había entendido de qué hablaba don Jorge.
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Sicarios casi acaban con su vida
Sin precisar una fecha exacta, pero refiriéndose al año 2000, Gabriela dijo que el atentado contra su vida ocurrió cuando ella salió de la universidad y se dirigía hacia su casa. En aquel momento ella tenía apenas 19 años.
Según Jiménez, cuando estaba por llegar a su casa se percató que era seguida por un carro, por lo que dio varias vueltas a la cuadra para confirmar sus sospechas.
Recordó que dos sujetos se bajaron de ese carro en una esquina y cuando ella iba manejando su vehículo le atravesaron el carro en su camino.
“Me atravesaron un vehículo y se bajaron dos tipos encapuchados con dos armas grandes, yo eché reversa y los sujetos empezaron a disparar”, recordó.
El carro conducido por la hija del finquero cayó en una especie de caño y a como pudo logró sacarlo para luego huir a su casa. Los sicarios huyeron pues los disparos llamaron la atención de varias personas.
A raíz de esa situación, Macho acompañó a su hija a presentar una denuncia penal por lo sucedido, además le contrató guardaespaldas.
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Amenazada
A raíz de esa situación tan traumática, Gabriela decidió dejar de manejar, pues cuando lo intentaba le daban crisis nerviosas.
Cuando ella estaba tratando de recuperarse del atentado recibió una llamada que terminó por robarle la poca paz que le quedaba.
“Días después una muchacha que trabajaba conmigo recibió una llamada y me dijo que era de una financiera, al contestar un hombre me dijo que me había salvado, pero que la próxima vez me iban a agarrar y a mutilar, porque mi papá no entendía”, contó Jiménez.
Desde ese momento, la vida de Gabriela cambió para siempre pues ella y su familia empezaron a temer por su seguridad, la situación empeoró cuando se enteró de que en el 2011 su papá fue víctima de un atentado, en el que dos sicarios ingresaron a su casa en San Carlos para tratar de matarlo.
En cuanto al acusado, Jiménez dijo que ella supo que Luigi estaba muy molestó con su papá, pues decía que Macho le debía un dinero por unas acciones de una empresa que le había vendido, a lo que don Jorge decía que no le debía nada.
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A raíz de esas situaciones fue que don Jorge les pidió a ella y a sus hermanos que se cuidarán de sus tíos, pues presentía que algo muy malo podía pasar.
Las sospechas de Macho se confirmaron, pues fue asesinado el 31 de enero del 2015, cuando dos sicarios lo atacaron en un parqueo frente a la clínica Clorito Picado, en Cinco Esquinas de Tibás, y se cumplió lo dicho por Fabricio de que su muerte ocurriría fuera de San Carlos.