Un hombre que “armó” un diario valorado en ¢580.340 y trató de sacarlo de un supermercado sin pagar, pegó con cerca porque lo agarraron y enfrentará un proceso judicial el 6 de enero.
El sospechoso es de apellido Mejía y fue arrestado el martes 28 de diciembre en el Walmart de Guadalupe, mientras trataba de jalar con un carrito en el que había echado de todo; llevaba filet de pollo al ajillo, chuletas ahumadas, camarones, pescado, licores finos, birras y hasta pantuflas de peluche.
Los oficiales de la seguridad privada se percataron que Mejías andaba haciendo un diario en el que incluía los productos más “cariñosos” del supermercado y le pusieron el ojo.
Aparentemente el hombre se tomó tiempo para escoger las carnes, pasó por los pasillos del arroz, las bebidas energéticas, los juguetes, los utensilios para la cocina y hasta pastillas para el dolor de cabeza y algodón.
Cuando se dispuso a jalar del súper sin pasar por las cajas ya fue demasiado.
Y cuando el vivazo intentó pasar por las barras de seguridad en la salida, el personal lo frenó en seco y de inmediato pidieron la presencia de los oficiales de la Policía Municipal de Goicoechea.
Dos señoras que acompañaban a Mejía salieron como alma que lleva el diablo en un carro al ver que lo detuvieron.
Antes de que al hombre lo pasaran a los tribunales --porque obviamente quedó grabado en las cámaras--, los empleados contaron los artículos que se pensaba “alzar” y la suma superó el medio millón.
Los policías municipales de inmediato lo presentaron ante la Fiscalía de Flagrancia en el II Circuito Judicial de San José (Goicoechea) con la evidencia.
La oficina de prensa de la Corte confirmó que el miércoles 29 de diciembre se realizó una audiencia contra Mejía, la cual terminará el 6 de enero; por el momento está en libertad y sin medidas cautelares.
El abogado Francisco Herrera aseguró que en estos procesos cuando los agarran con las manos en la masa normalmente al ser montos bajos, la defensa podría ofrecer algún tipo de trabajo comunal para que no vaya a la cárcel, pero se deben analizar las pruebas y al final el juez definirá el castigo.