Allison Jiménez Fonseca, de 18 años, pasó dos horas con una varilla de metal clavada en el pecho tras ser víctima de un salvaje ataque que, al parecer, fue cometido por su expareja.
Lo peor de todo es que la joven mamá fue atacada cuando llevaba en brazos a su bebita de 2 años, por lo que la pequeñita lo presenció todo.
“Yo le grité a una amiga que estaba en mi casa: ‘Amor, venga, agarre a bebé’ y ella se la llevó, porque la bebé estaba llorando. Yo me metí a una casa, porque me daba miedo que él llegara y me hiciera otra cosa”, contó Allison a La Teja.
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El sospechoso del salvaje ataque es la expareja de Allison, un muchacho apellidado Urbina, de 23 años, quien se encuentra cumpliendo tres meses de prisión preventiva. Este medio consultó a la Fiscalía sobre el estado del caso contra el joven, por lo que se está a la espera de una respuesta.
Los hechos ocurrieron la mañana del pasado domingo 13 de julio, en la comunidad de Yacaré de Puerto Viejo, en Sarapiquí, lugar en el que la joven madre y su bebé tenían poco de estar viviendo.
Regresaban de la pulpería
Allison recordó que ese domingo ella y su bebita salieron de su casa pasadas las 8:30 a.m. para ir a comprar pan a la pulpería. Cuando iban de regreso, fueron sorprendidas por Urbina.
Según la joven, para ese momento tenía cuatro meses de haberse separado del sospechoso, por lo que se sorprendió al verlo.
“Ya iba de regreso para mi casa y en eso vi que él venía en moto muy acelerado, entonces lo que hice fue caminar rápido, porque de la pulpería a mi casa lo que hay son siete casas”, contó.
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Sin embargo, según la joven madre, Urbina le atravesó la moto para que ella no pudiera seguir caminando.
“Él se bajó de la moto, se quitó el casco y me dijo que habláramos, le dije que yo no quería, que me dejara en paz, pero él siguió insistiendo.
“Cuando hice a irme con mi bebé, a la que andaba alzada en el lado derecho, él solo me agarró el brazo y me clavó la varilla con la mano derecha”, recordó la muchacha.
Mucha angustia
Tras ser atacada y ver la varilla clavada en su pecho, Allison solo acató a llamar a sus dos hermanas, quienes llegaron hasta la casa en la que se encontraban y pidieron la ayuda de los cuerpos de emergencia.
“Llamaron a la ambulancia y de ahí me llevaron a la clínica, pero como la varilla estaba muy profunda, me mandaron para el hospital de Heredia. Ahí me vio un cirujano y me dijo que tenían que intervenirme de emergencia y me llevaron al hospital México”, detalló.
Según contó Jiménez a La Teja, desde que fue recogida por la ambulancia y hasta que le llevaron al hospital México pasaron aproximadamente dos horas en las que pasó con la varilla clavada en el pecho.
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“La operación duró cuatro horas y se complicó, me tuvieron que meter tubos, el oxígeno lo tenía muy alto. Cuando me levanté, me vi dos drenajes en la parte derecha del estómago, una epidural en la espalda”.
Desde ese domingo, Allison permanece internada y contó que tendrá que pasar varios días más en el hospital, pues por segunda vez le pondrán un antibiótico debido a que la varilla estaba muy herrumbrada y alcanzó a tocar uno de sus pulmones.
Terribles amenazas
Jiménez contó a este medio que ella mantuvo una relación de aproximadamente tres años con Urbina, y producto de esta nació su hija, pero ella decidió abandonarlo debido a que, según ella, fue víctima de agresiones.
“Duré como tres años con él y desde hace como un año me comenzó a pegar, pero yo no sabía cómo irme, porque tenía a mi familia largo. El día que decidí dejarlo fue porque él me estaba ahorcando tanto que casi convulsiono, entonces me fui donde mis hermanas y luego con la plata que agarré me fui a vivir sola”.
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La joven madre también reveló que, en apariencia, ya había sido amenazada por el sujeto, pero nunca se imaginó que pasara de las palabras a los hechos.
“Él mucho antes me había amenazado, me había dicho: ‘Si usted no va a ser mía, no va a ser de nadie. El día que la mate me voy a entregar o me mato yo’, jamás pensé que fuera capaz de hacerlo, menos delante de mi bebé”, dijo Jiménez.
Además de hacerle frente a un difícil proceso de recuperación, Allison dijo que lo más duro para ella ha sido estar lejos de su bebita, por lo que está deseando salir del hospital para abrazarla de nuevo.
“Quiero pedir que un sicólogo la vea a ella también, porque mi bebé está muy afectada. Ella lo presenció todo. Es demasiado fuerte estar aquí tan lejos de ella”.