El Tribunal de la Inspección Judicial "perdonó" a Melany Valdez Duarte, jueza del Juzgado Penal de San Carlos, y declaró sin lugar un proceso administrativo disciplinario por negligencia que había en contra de ella.
La funcionaria llevó a un sobrinito, de cuatro años, a una audiencia preliminar y privada que dirigió y en la que se discutió sobre si se elevaba a juicio una causa por desobediencia a la autoridad contra el finquero sancarleño John Hull Acosta.
En enero anterior, el Poder Judicial le respondió a La Teja que no es permitido que un juez lleve a un hijo o a algún familiar menor a una audiencia preliminar y privada y que lo asista cuantas veces sea necesario.
Sin embargo, en la resolución que emitió el Tribunal de la Inspección Judicial el pasado seis de junio justificó: "Nos encontramos ante circunstancias particulares que no permiten acreditar con la certeza necesaria el dolo o culpa grave en el actuar de la servidora investigada".
Valdez Duarte se defendió en el proceso alegando que era un caso excepcional y de fuerza mayor "porque a la persona que lo cuida (al sobrino) se le presentó un problema de salud".
"La presencia de mi sobrino se debió a que ellos tres (mi mamá, hija y sobrino) estaban de visita; pero en el transcurso de la semana ese viernes (13 de enero del 2017) mi mamá se enfermó y mi hija de dos años también.
"Debía buscar ayuda médica y no podía lidiar con los dos niños. Yo tenía un señalamiento a audiencia y no me podía ausentar (...). No conozco a nadie con quién podía dejarlo (al sobrinito); es más, él ni siquiera quiso quedarse en las afueras de la oficina sentado", aseguró la funcionaria en un escrito que mandó ante la Inspección Judicial el pasado 2 de febrero.
Hull presentó la acción contra la licenciada porque se sintió irrespetado y porque afirmó que la presencia del niño le ocasionó desconcentraciones a la jueza, por lo que se resolvió en la audiencia no podía ser válido y lo perjudicó.
"Fue tal el punto de desconcentración de ella que ni siquiera se percató que agarré mi celular y la grabé en la audiencia", afirmó el finquero en enero anterior.
En el video se aprecia cómo Valdez calma varias veces al pequeño, que se desespera y se pone a llorar.
Decisión preocupa
Adrián Fernández, abogado de Hull, confesó que le preocupa bastante la forma en que el Tribunal de la Inspección Judicial resolvió este caso.
"Esto abre un portillo peligroso. Quiere decir que cualquier juez de la República podría llevar a sus chiquitos a una audiencia preliminar y privada, que es la segunda más importante en un proceso penal, en caso de no encontrar con quién dejarlos y convertir los juzgados en guarderías", disparó el defensor.
La Teja realizó varias consultas a la Inspección Judicial para conocer con más amplitud las razones por las que tomaron esta decisión, sin embargo, no se refirió al caso, pues aún falta que el Consejo Superior estudie el fallo.