Tres futbolistas se metieron en una buena bronca por un supuesto enredo con una pistola de balines y ahora el Ministerio Público los investiga como sospechosos de amenazar a un policía que estaba en su día libre.
Se trata de tres jugadores de apellidos Ochoa Víctor, Coronado Leiva y Díaz Ruíz, quienes forman parte de la Asociación Deportiva Municipal Liberia, equipo que compite en la segunda división.
La Fiscalía Adjunta de Liberia confirmó que los futbolistas son sospechosos del delito de amenazas agravadas, motivo por el cual se les abrió una causa.
“A los imputados se les tomaron los datos de identificación y, posteriormente, la Fiscalía corroboró que cumplieran con todos los arraigos procesales. De momento no se solicitaron medidas cautelares en su contra. No obstante, los tres continuarán apegados al proceso de investigación”, informó el Ministerio Público.
Según el Ministerio de Seguridad Pública, los hechos ocurrieron la noche del martes 4 de agosto en el centro de Liberia.
“Llegaron a un local familiar donde se encontraba el oficial en su tiempo libre, lo amenazaron, incluso uno de ellos utilizó un objeto similar a un arma de fuego. La emprendieron contra él de palabra y mostrando el objeto”, detalló la oficina de prensa. de Seguridad Pública.
El oficial que estaba libre coordinó con compañeros y estos detuvieron a los jugadores y los llevaron a los Tribunales de Flagrancia. Al momento de la detención uno de los sospechosos tenía en su poder una pistola de juguete.
Malentendido
Heylin Rivera, gerente del equipo Liberia, aseguró que los hechos no se dieron tal cual los comunicó Seguridad Pública, y que todo se dio por un malentendido.
“Lo que pasó es que los chicos estaban en una cancha vacía y en apariencia estaban con una pistola de balines haciendo tiro al blanco y una persona (el policía que estaba libre) se sintió ofendida o le pareció sospechoso que estuvieran con un arma y llamó a la Policía.
“Los policías los revisaron y vieron que era un arma de juguete y no pasó a más”, sostuvo.
Rivera dijo que los futbolistas no amenazaron al oficial, pero admitió que en apariencia se dio un forcejeo.
“Fue como un pleito, porque como que el señor este (policía) les quiso arrebatar la pistola y entonces como que forcejearon y el asunto se puso un poco complicado”, añadió.
La gerente explicó que ella fue hasta la delegación con los futbolistas para ver qué había pasado y reiteró que el asunto no pasó a más.
De momento los futbolistas siguen con normalidad en el equipo.