La Fiscalía de Pavas confirmó que Joshua Caleb Mora Artavia, de 19 años, quien fue asesinado de 15 balazos el pasado domingo en una parada de buses de Santa Ana (camino hacia Forum), era buscado por el crimen de su propia hija, de tan solo un mes y 27 días de nacida.
Las autoridades judiciales afirmaron que Mora no se presentó al juicio por la muerte de la bebé y se le declaró en rebeldía. La niña era víctima de agresiones, las cuales se registraron entre el 26 de febrero y 12 de marzo del 2015. La niña murió en el Hospital de Niños, donde los doctores dijeron que presentaba fracturas en el cráneo y las costillas. También tenía una hemorragia intracraneal, debido a los golpes.
El tipo se mantenía en libertad porque cuando ocurrió la muerte de la bebé, él era menor de edad. No obstante la Fiscalía Penal Juvenil pidió en dos ocasiones la detención provisional, pero estas vencieron.
Mora era vecino de Lomas del Río en Pavas, San José. Él fue identificados gracias a los tatuajes, incluido uno que decía "María", el nombre de su mamá.
Álvaro González, jefe de homicidios del OIJ, detalló este lunes que al parecer al joven lo llevaron hasta la parada aprovechando que era un lugar solitario y ahí lo asesinaron de varios tiros. Tienen claro que se trató de un ajuste de cuentas, pues en uno de los bolsillos encontraron ¢30 mil colones, por lo que se descarta un asalto.
Mamá está en el tabo
En junio anterior los jueces condenaron a Charlotte Soto Céspedes, mamá de la criatura que falleció a raíz de las golpizas. A ella le impusieron 30 años de cárcel el pasado 20 de junio.
Soto fue llevada dos veces a juicio, ya que en el primer proceso la absolvieron, pero la Fiscalía apeló la decisión y demostró su culpabilidad.