Dicen que hay quienes nacen dos veces; para Luis Daniel Pérez Abarca, la segunda fue justo el día que cumplía años.
A Tito, como le dicen de cariño, lo dieron por muerto al sufrir un accidente acuático en playa Jacó, en el Pacífico del país.
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Contra todo pronóstico, lo llevaron a la clínica de Jacó y debido a la condición en la que estaba, lo pasaron al hospital Monseñor Sanabria de Puntarenas.
Doña Fresia Abarca, mamá de Tito, asegura que este centro médico le dijeron que a su hijo le daban un máximo de 48 horas de vida, pues había tragado mucha agua y tenía marcas en el cuerpo, a él lo mantuvieron en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de este centro médico.
El terrible hecho ocurrió la mañana del domingo 25 de mayo anterior.
Luis Daniel cumplió 32 años, el martes 27 de mayo; las posibilidades de celebrar eran nulas; sin embargo, el joven reaccionó el propio día de su cumpleaños y se convirtió en un verdadero milagro.
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Guardavidas lo daban por muerto
En la municipalidad de Garabito, confirmaron que atendieron al joven y señalan el asombro del que fueron testigos.
En sus redes sociales confirmaron que los guardavidas Keymar Hylton y Mar Chen corrieron por sacar del mar a Tito, le dieron reanimación pulmonar, pero era casi imposible de salvarlo.
El oficial Delber Castro, de la Policía Municipal de Garabito, también le dio RCP.
“Según el testimonio de nuestros compañeros, Daniel fue extraído del mar sin signos vitales y tras varios minutos de maniobras cardiopulmonares lograron devolverle el pulso y trasladarlo de emergencia a la clínica de Jacó”, afirmaron en la Municipalidad.
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Mientras esto ocurría, doña Fresia, era informada por medio de una llamada telefónica sobre lo que pasaba con su hijo.
“No podía creer lo que pasaba con mi hijo, me refugié en Dios, la Virgen María y mi hijo, rogaba para que le enviaran ángeles y lo protegieran”, recordó esta mamá.
En su desesperación afirma que quería hasta irse caminando hasta Puntarenas, para estar cerca de su tercer hijo, de seis que tiene; en medio de su shock recordó que otro de sus hijos, Kendall, vive en Alajuela y le pidió que llegara lo antes posible al hospital.
“Nunca perdí la fe, aunque los doctores me dijeron: ‘mamá, le damos solo 48 horas’”, recordó esta madre.
Afirma que no dejó de rezar por la salvación de su hijo, el lunes 26 de mayo, los doctores decidieron enviarlo al hospital Max Peralta en Cartago, de donde la familia es vecina y para la sorpresa de todos el martes reaccionó.
“Una doctora me dijo que ella estuvo en Jacó y que mi hijo iba muerto: ‘esto que está viviendo su hijo es un verdadero milagro, viera el estado en el que recibí a su hijo’, recuerdo cuando me decía eso.
“Los médicos me dijeron que también iba a quedar con secuelas por la falta de óxigeno que sufrió, pero yo sabía que él iba a estar bien, que se recuperaría”, aseguró.
La fe de esta mamá le dio la razón y este miércoles 28 de mayo al joven le dieron la salida.
“Mi hijo no se acuerda de nada, cuando reaccionó preguntó por la fecha y sabía que era su cumpleaños, él decía que se había golpeado en el trabajo.
“Lo primero que hicimos cuando él salió del hospital fue ir a la Basílica de los Ángeles, porque yo soy católica y le agradecí a Dios y a la Virgen que me salvaran a mi hijo”, manifestó.
Cuando llegaron a la casa los recibieron con tambores, queque y muchos abrazos de los familiares de Tito, quien terminó de celebrar sus 32 años.