Yalizta Robles, de 23 años, asegura que desde hace seis meses vive con mucho miedo porque una excompañera de trabajo, supuestamente, la acosa, al punto de que se ya se le habría metido a su casa, la habría agredido a ella y hasta habría encañonado a su mamá.
La joven nos contó que teme por su vida y durante muchos meses ha tratado de encontrar apoyo en las autoridades, pero asegura que no lo ha encontrado. Tuvo, incluso, que contratar a un abogado para que vele porque alguien la escuche.
El calvario empezó en agosto del 2024, ella y la sospechosa eran compañeras de trabajo en una cadena de comidas rápidas.
“La versión que ella da es que yo le debo dinero, lo cual no es cierto, el primer problema que tengo con ella es que empieza a celarme con mi jefe de trabajo, ella se enojó cuando publiqué una foto porque él viene a comer a mi casa, pero tenemos una amistad.
“Ella dice que seguro ando con él, que seguro yo estoy metiéndome sexualmente con él y demás, es ahí donde empiezan los problemas, yo tuve que dejar mi trabajo, tengo una hija pequeña de un año y mi jefe a la fecha es amigo mío, nada más”, detalla.
Desde el momento que ella publicó dicha foto, la situación se habría tornado violenta, pues es cuando asegura que empieza a recibir mensajes, llamadas y la visita de la supuesta agresora a su casa.
En mensajes que la joven tiene como prueba y a los que La Teja tuvo acceso, la mujer le muestra armas, también unos hombres armados que supuestamente son una banda de mexicanos y la amenaza con que la va a matar, incluso, hace mención a que va a lastimar a su bebita.
El abogado José Pablo Murillo representa a Yalitza y asegura que desde setiembre la mujer llega a la casa y se sube por la tapia, ingresa a la propiedad y quiebra las ventanas de la casa.
La sospechosa amenazó con buscar a Yalitza, pero se topó con el hermano y la mamá de la joven.
“Ella apuntó a mi mamá con un arma de fuego, hay un video de cuando ella se sube por la tapia”, expresa la angustiada joven.
En ese momento la familia entiende que ya la situación es muy grave y acuden al Juzgado Contravencional para pedir ayuda, pero, aseguran, no obtuvieron respuesta.
“Nosotros fuimos desalojados de la casa donde vivíamos porque la situación ya era insegura, hasta en eso nos afectó”, explica.
La afectada narra que ella en una de las veces que la sospechosa llegó a la casa, decidió salir y recibió una cachetada.
La sospechosa aparentemente usa distintos números de celular para contactarla, también lo hace por redes sociales, o le manda mensajes con sus amigos.
“Mi mamá y mi hermano son básicamente los que se sienten como más acorralados en este momento, ya que ella llega a la casa, se da vueltas alrededor, tal vez, como para ver cómo vuelve a ingresar, porque ella lo que dice es que no va a parar hasta encontrarme, ella en este momento está ofreciendo dinero para encontrarme, yo tuve que desalojar con mi hija donde estaba con mi familia, y ponerme bajo protección y lejos de mi casa”, asegura.
La última vez que la muchacha supuestamente llegó a buscar a Yalitza, fue el pasado lunes 17 de febrero.
“Llegó y estuvo al frente de mi casa alrededor de unos cinco minutos, porque ella vio a mi hermano, entonces mi hermano lo que me dijo fue que ella lo vio y siguió caminando, estuvo cinco minutos”, mencionó.
La joven llamó a la Fuerza Pública, pero llegaron 45 minutos después, cuando ya la muchacha se había ido.
“Yo siento miedo de que un día no lleguen a tiempo, porque sus amenazas son muy fuertes y no solo son las amenazas sino también el acoso constante, no puedo salir”.
El abogado explicó que el 13 de febrero, al estar ya la situación fuera de control, interpusieron la denuncia ante el OIJ.
“No le dan la importancia que se debe a pesar de la narrativa de que hubo agresiones a su familia, que ingresaron a su vivienda, que hubo amenazas con armas de fuego, no la trasladaron a un programa de protección inmediatamente, no hubo una respuesta del OIJ de coordinar, en este caso, con algún fiscal de turno para ordenar algún tipo de detención, más exponiéndose que hubo un peligro hacia su vida y la de su familia, para algún tipo de medida cautelar”, alega el abogado.
Después de una larga espera y la intervención del abogado, el Juzgado Contravencional dictó medidas de protección este lunes 16 de febrero.
“Son medidas muy pasivas, muy genéricas, de no molestar, no perturbar, no es algo realmente fuerte, por decirlo de alguna forma, algo que le venga a dar una contención y tras de eso, dentro de las medidas contravencionales siempre hay que recurrir a la Fuerza Pública. Y ante esta circunstancia, el mismo día de ayer (martes), esta mujer llegó a buscar a Yalitza a la casa y la respuesta fue de 40 minutos, pudo haber sucedido una desgracia, ya sabemos que ella usa armas, la respuesta debe ser efectiva”, añade el licenciado.
La joven y su abogado desconocen si la sospechosa ya fue notificada de esas medidas.
El OIJ citó a Yalitza este martes para entrevistarla y considerar si le dan protección o no. Además, el abogado presentará esta misma semana una denuncia ante la Fiscalía del Segundo Circuito para pedir que la joven sea detenida.