EscucharUna bala fue la responsable de dejar hecha pedazos a la familia Vargas, vecina de Alajuelita, San José.
Jonathan Vargas, de 37 años, trabajaba como conductor de plataformas cuando quedó en medio de un tiroteo.
LEA MÁS: Bala perdida dejó grave a conductor mientras trabajaba
Una bala se alojó en la cabeza y pese a que él luchó por vivir, falleció en el hospital México, en La Uruca, San José.
Doña Ligia, mamá de la víctima, disfrutaba de su primer viaje fuera de Costa Rica cuando le dieron la fatal noticia.
Ella tuvo que adelantar su regreso para ver una vez más a su hijo, en las condiciones que jamás imaginó.
Jonathan, quizás, esperó sentir la mano de su mamá, pues después de eso su corazón dejó de latir.
“Él estaba trabajando con una plataforma porque estaba sin trabajo formal, era un buen hijo y padre de familia”, expresó la mamá a La Teja.
LEA MÁS: Bala perdida impactó a chiquita cuando realizaba inocente acción junto a su mamá y hermanito
La última vez que ambos compartieron físicamente fue el 17 de noviembre del 2024, cuando él la fue a dejar al aeropuerto Juan Santamaría, Alajuela.
“Fue una despedida, me abrazó muy fuerte, nos despedimos llorando, yo lloro mucho, me dijo que fuera y disfrutara porque era mi primera salida del país.
“Regresaba el 13 de abril del 2025, yo no estaba en el país cuando ocurrió la tragedia, adelanté mi viaje con la esperanza de verlo a él y que iba a sobresalir de eso, pero lamentablemente no fue así”, manifestó doña Ligia.
Jonathan sufrió la agresión el martes 8 de abril, pasado el mediodía, de La primera parada de La Carpio, 175 metros hacia la zona conocida como Las Gradas.
LEA MÁS: A mecánico inocente lo mataron en Cartago por una suma que no vale ni la vida ni un carro
“Lo que se maneja de forma preliminar es que el hombre herido, aparentemente trabaja brindando servicio de transporte privado, cuando, en apariencia, se encontraba haciendo un servicio en ese sector y a escasos 100 metros de donde se hallaba se dio una balacera y una de estas balas lo impactó”, señalaron en el OIJ.
Jonathan dejó dos hijos que dependían de él.
Su familia busca justicia por otra muerte inocente que ocurre en el país, el cual registra 323 homicidios en este año.
