El muchacho de 16 años que la madrugada de este domingo perdió la vida junto con otros tres hombres, a consecuencia del choque entre un pick up y una buseta del hotel Planet Hollywood, ubicado en Guanacaste, regresaba hacia su casa tras haber estado trabajando con dos de los ahora fallecidos.
Así lo contó a La Teja Dylan Jara, primo hermano del jovencito, quien explicó que el muchacho viajaba en el pick up junto con el señor que le había dado el trabajo, Ariel Morales Morice, de 43 años; y con otro joven --quien, al parecer, era su contador--, identificado como Kendall Boniche Morales, de 23 años. La cuarta víctima mortal de ese incidente fue don Luis Rojas Matamoros, de 59 años, quien era el chofer de la microbús.
Según Jara, pese a su corta edad su primo sabía mucho de maquinaria pesada, pues en su familia se dedicaban a conducir vehículos de este tipo, por eso es que, en apariencia, Morales le habría ofrecido uno que otro trabajo para que el joven se ganara una platica.
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“Como estaba en vacaciones a él lo llamaron ahí para que fuera a trabajar con una gente, porque a él le gustaba andar de arriba para abajo en backhoe, vagoneta, excavadora, porque él sabía manejar todo eso”, contó Jara.
El fatal accidente ocurrió a eso de las 12:30 a.m. de este domingo 5 de enero, en Sardinal de Carrillo, Guanacaste; específicamente, en el barrio El Tablazo, del cruce un kilómetro en dirección hacia playas del Coco, cuando el muchacho viajaba en el pick up junto con Morales y Boniche.
“Mi primo había salido de trabajar a las 11 p.m. y como a eso de las 11:30 p.m. Kendall ya iba a traerlos a ellos. Cuando iban de regreso fue que se dio el accidente con la buseta de Planet Hollywood. No se sabe qué fue lo que pasó, de quién fue la culpa o si alguno se durmió, solo que al final todos, lamentablemente, murieron”, agregó.
Dylan dijo que se dio cuenta del accidente la misma madrugada de este domingo, y al ver que Morales estaba involucrado trató de contactar a su primo, pues sabía que ese señor era quien, usualmente, lo llamaba para darle algún trabajito.
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“Llamé a la novia de mi primo para que él se diera cuenta de lo que le había pasado al jefe, pero la novia me dijo que no estaba, que andaba con él (patrón), pero nosotros no nos alarmamos porque solo habían confirmado a dos en el carro accidentado, pero ninguno era mi primo. Llamé a unos familiares y ellos se presentaron al lugar del accidente y, desgraciadamente, confirmaron que se trataba de él”.
El muchacho estaba cursando el noveno grado de colegio y, según recordó su primo, tenía muchos deseos por cumplir.
“Mi primo fue una persona muy trabajadora, estudiosa, siempre le gustó lo que fue le mecánica y lo que era maquinaria pesada. Lo voy a recordar como un muchacho muy servicial, muy educado. Él soñaba con ser piloto de avión o ingeniero en mecánica, porque eso era lo que realmente le apasionaba”.