El trailero David Miranda tiene en su memoria esos segundos en los que el bus de la empresa Alfaro con destino a Nicoya le pasó a la par y luego -en cuestión de minutos- se dio cuenta que este había sido arrastrado por un deslizamiento.
Miranda, junto a otro trailero, corrieron para tratar de ayudar y recuerda los minutos de tensión en los que la impotencia les robaba las fuerzas para ayudar a todos.
“Fue muy impactante, los gritos se escuchaban desde abajo”, detalló el conductor.
Miranda asegura que desde el sábado a la 1:00 de la tarde estuvieron cayendo piedras y otros materiales en la carretera de Cambronero, San Ramón.
Pese a que se veía peligroso, él debía volver a pasar por esa zona pasadas las 3:00 de la tarde para ir hacia Esparza, Puntarenas, donde debía cargar.
Se parqueó unos minutos en el camino y fue entonces cuando vio pasar el bus... ¡Fue una de las últimas personas en verlo!
“El clima estaba bastante complicado, estaba lloviendo. Me estacioné arriba de un hundimiento antes de empezar a bajar Cambronero, el bus me rayó, cinco minutos después me vine y el compañero (otro trailero) que está adelante si vio más la situación. Además, antes de nosotros estaba el conductor de un automóvil que vio y nos dijo que al bus se lo había llevado el terraplén”, mencionó Miranda.
Aseguró que los ocupantes del carro de una vez dieron vuelta por el mismo temor de ser arrastrados.
“De hecho no se bajó del carro, el hombre (el trailero) y yo nos fuimos a ver si había gente. En serio, pegamos los gritos desde arriba y sí había gente (les respondieron)”.
“El bus cayó al otro lado del derrumbe, nosotros nos cruzamos para sacar gente mientras llegaban las unidades de Cruz Roja y Bomberos”.
“Un compañero trailero sacó a dos mujeres, un muchacho tenía una cortada”, recordó.
Considera que si no hubiese hecho la parada antes del hundimiento, posiblemente el deslizamiento se lo hubiera llevado a él.
“Esta pasada sí es peligrosa, siempre se desprende material; a la 1:00 de la tarde del sábado estaba cayendo material”, señaló.
Miranda tuvo que pasar la noche del sábado ahí y recuerda que la noche fue muy fría.
La fatalidad de Cambronero cobró nueve vidas, de ellos seis eran hombres y tres mujeres, todos adultos.
Las autoridades presumen que el deslizamiento agarró por detrás al bus y lo tiró al guindo; un motociclista también fue arrastrado y es parte de las víctimas mortales.