Evelyn Hidalgo es un mujerón, ella es una cruzrojista permanente en el comité de Cariari de Pococí y es una de las que maneja ambulancia.
En este Día Internacional de la Mujer queremos contarle sobre esta cruzrojista quien tiene 23 años de vestir con mucho orgullo el uniforme de la benemérita.
En Cariari la gente la conoce porque ella es una de las conductores de ambulancia más cargas, pues a cualquier hora se enfrenta a terrenos complicados y a carreteras tan peligrosas como la ruta 32 (carretera Limón- San José) con el único fin de salvar vidas.
“Yo siempre tuve interés por la Cruz Roja, y un día que fui a preguntar por el voluntariado me invitaron y desde ese día estoy ahí, fui voluntaria diez años y estuve ocho años en la Cruz Roja de Cariari y cinco años en Guápiles, soy chófer de vehículos de emergencia y vehículos 4x4, además está capacitada en primeros auxilios”, dijo Hidalgo.
Ella trabaja a tiempo completo en la benemérita y cada vez que sabe que la necesitan o puede ayudar, ahí está.
Le preguntamos a Evelyn si no le da miedo manejar ambulancia y nos contó que su papá fue trailero y ella a los 11 años aprendió a manejar de esos chunchones, por lo que aprender en la ambulancia fue muy sencillo. Además de que recibe constantes capacitaciones en la Cruz Roja para ir mejorando en su trabajo.
Esta valiente asegura que ella jamás imaginó estar en la Cruz Roja y menos verse en una ambulancia.
“La gente le tiene miedo a la ruta 32 pero nosotros a cualquier hora tenemos que salir con el paciente, a veces hay que enfrentarse a la neblina, al agua que cae con piedrilla de los paredones, pero la verdad nunca me ha pasado nada. Una vez cuando iba para Guápiles por esa ruta, pasé y en eso cayó un árbol encima de un carro, fue un estruendo terrible, unos segundos antes me hubiera caído a mí, ese día me tocó bajar y ayudarle al conductor de ese vehículo”, recordó.
Evelyn asegura que lo que más atienden en Cariari son casos médicos, intoxicaciones, caídas y accidentes.
La cruzrojista asegura que de las cosas que más le gustan es la cercanía con las personas, ayudarlas y apoyarlas en momentos en que lo necesitan.
“A mí me conmueven mucho los niños y los adultos mayores, cuando uno los ve con algún dolor, poder llegar a brindarles ayuda es muy lindo, para uno todos los casos que atiende son igual de importantes, todos lo marcan a uno y le dejan un aprendizaje”, dijo el socorrista.
Sin embargo, ella asegura que hace muchos años un accidente que atendió en Río Frío, de una niña, le dolió mucho, cuando ella llegó la menor estaba sobre el pavimento ya fallecida. En ese momento se sintió conmovida por la situación.
“También después me pasó que mandan a atender un caso y cuando llegué era un compañero de nosotros de la Cruz Roja, él iba en bicicleta, le dio un paro y falleció, fue algo muy doloroso porque los compañeros se vuelven familia, y la verdad es que eso nos marcó a todos, uno jamás espera llegar a atender algo y conocer a esa persona”, comentó.
Ella además de ser socorrista, es mamá de dos mujercitas que son su razón de vivir, ella está divorciada y soltera.
De las cosas que más le gustan hacer cuando no está trabajando es ir al gimnasio y también salir a caminar, pero también es de las que está deseando ayudar en las emergencias que salen.
Hidalgo asegura que se siente una mujer plena y feliz, y ha podido ir cumpliendo sus sueños, para ella y ese montón de mujeres valientes que se ponen la camiseta en los cuerpos de emergencia: ¡qué valientes son!