Con el corazón hecho pedazos, doña Gabriela Espinoza narró el terrible momento en el que su hija, Catalina Espinoza Acosta, de 28 años, fue brutalmente asesinada por dos gatilleros.
Catalina es la mujer trans que la noche de este lunes fue víctima de un violento homicidio ocurrido en el cantón de Orotina, en Alajuela.
“Para mí ha sido muy duro, porque yo estaba ahí con él. Yo empecé a pegar gritos y a decir: ‘Me lo están matando, me lo están matando’, y cuando y corrí a verlo, los de la moto ya se habían ido”, relató la señora a La Teja.
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El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informó que el crimen sucedió minutos antes de las 8 p.m., en una parada de buses en la entrada a La Ceiba de Orotina, en Alajuela.
“Lo que se maneja preliminarmente es que la víctima se encontraba en vía pública, sobre la ruta 27, en sentido San José-Caldera, cuando, al parecer, pasaron dos sujetos en una motocicleta y le dispararon en múltiples ocasiones”, detalló el OIJ.
Los agentes que se encargaron de la revisión preliminar de la escena informaron que Espinoza falleció de forma inmediata a consecuencia de disparos que recibió en el cuello, un hombro y en el pecho.
Le pidieron un viaje
En entrevista con La Teja, doña Gabriela contó que Catalina recién se había comprado un carro a pagos, el cual estaba usando para vender frutas en la comunidad y hacer servicios de transporte.
Espinoza recordó que la noche de este lunes, su hija recibió la llamada de un supuesto cliente, quien le dijo que necesitaba que lo recogiera en la parada de buses cerca de la entrada a La Ceiba.
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“Entonces pasó por la casa y me llamó, me dijo: ‘Mami, ¿me puede acompañar a hacer un viaje a Cebadilla?’, porque él no tenía licencia y yo sí, entonces yo le dije que estaba bien y me fui con él", contó la señora.
Según doña Gabriela, Catalina manejó hasta la mencionada parada y ahí se estacionaron a esperar que llegara el bus en el que venía el supuesto cliente.
Atroz ataque
El peor momento de la vida de doña Gabriela ocurrió minutos después de que llegaron a esa parada de buses.
“Mi hijo se estacionó y se bajó del carro, se fue como a la orilla de la calle para preguntarle a la persona que por dónde venía y la persona le decía que ya casi llegaba. Yo me bajé del carro y me quedé ahí mismo al lado de a puerta y en ese momento llegaron en una moto y empezaron a dispararle”.
Tras el violento ataque, los gatilleros huyeron a toda prisa, mientras que doña Gabriela corrió para ayudar a Catalina. Lamentablemente, la lluvia de disparos le causó una muerte inmediata.
Amenazada
Espinoza dijo que hasta este momento no sabe por qué asesinaron a su hija, pues Catalina no tenía problemas con nadie; sin embargo, hace poco ocurrió una situación que le generó mucha preocupación.
“Él no tenía problemas con nadie, sí había recibido unas amenazas, pero yo no sé de quién, me dijo que lo habían amenazado y que le decían cosas feas, yo solo le dije que la sangre de Cristo lo cubriera y eso fue todo”.
En cuanto a las personas que le quitaron la vida a Catalina, doña Gabriela dijo que ella no les guarda ningún rencor.
“Yo los perdono, aunque me duele mucho, porque me han quitado a uno de los amores de mi vida, pero igual yo los perdono, porque la justicia divina es la que se va a encargar de ellos, porque yo no soy nadie para juzgarlos o guardarles rencor”.
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Una casita para su mamá
Uno de los grandes sueños que tenía Catalina era el de construirle una casita a su mamá, por ese mismo motivo fue que compró el carro para trabajar.
“Nosotros vivimos arrimados en el lote de mi mamá, nosotros somos muy pobres y todo, y él me había dicho que se iba a poner las pilas para hacerme un casita decente, porque ahora que tenía el carrito iba a poder trabajar más”.
Doña Gabriela dijo que en estos momentos necesitan de mucha ayuda para poder darle el último adiós a Catalina, por lo que cualquier donación será de bendición para su familia.
“Yo necesito ayuda, porque el cuerpo ya está para que nos lo entreguen, pero no tenemos los medios para ir a sacarlo, entonces ahorita vamos a ir a pedir en los negocios y en las casas para ver si nos ayudan”.
Si usted desea colaborar con doña Gabriela puede hacerlo por medio de SINPE Móvil al número 6072-3925, a nombre de Jocksan Espinoza Acosta.