Por más que lo intentó, doña Rosario Zamora no logró contener las lágrimas al observar la obra de teatro “Si nosotras fuéramos ellos”, inspirada en el crimen de La Cruz de Alajuelita, ocurrido el 6 de abril de 1986 y en el cual ella perdió a tres hijas, tres sobrinas y una hermana.
Un pequeño confite de menta que alguien le regaló la ayudó a mantenerse durante la obra, presentada este viernes en el Teatro Popular Melico Salazar; sin embargo, para ella fue muy difícil, pues muchos de los actos le traían flashazos de lo que vivió aquel amargo día al pie de la cruz.
“Sí, lloré, pero me tuve que contener, tuve que pedir un confite, porque estaba que ya no aguantaba, estaba a punto de salirme, pero me dio vergüenza.
“Me sentí así en la escena cuando salieron las chiquitas que estaban muertas y empezaron a hablar, eso me remontó a la historia, a lo que pasó, a mis hijas, mis sobrinas y mi hermana”, contó doña Rosario.
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Día triste
— En el crimen de La Cruz de Alajuelita doña Rosario perdió a sus hijas Alejandra, de 13 años; Carla María de 11 y María Eugenia de 4; así como a su hermana Marta Eugenia Zamora Martínez, de 41 años, y las hijas de ella, María Gabriela, de 16 años; María Auxiliadora, de 11, y Carla Virginia de 9.
La obra, dirigida por el francés Serge Sándor, se inspira en el crimen de Alajuelita, pero no cuenta lo sucedido ese trágico día, más bien se enfoca en recordar a las mujeres que perdieron la vida en la masacre y habla de situaciones actuales que enfrentan muchas mujeres, como el acoso callejero y los femicidios.
En esta obra participan 43 jóvenes de zonas vulnerables del país, entre los que destacan cuatro muchachos del Centro de Formación Juvenil Zurquí (cárcel de menores), además ocho estudiantes avanzados o graduados de la Escuela de Arte Escénico de la Universidad Nacional.
Tristes recuerdos
Con los ojos aún llorosos, doña Rosario le contó La Teja que aunque la obra no relata paso a paso lo que ocurrió ese día sí le trajo muchos recuerdos dolorosos y también la hizo meditar sobre lo que pasaba por la mente de su hermana, sus sobrinas y sus hijas durante ese atroz hecho.
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“Volví a sentir y a pensar en muchas cosas, ¿Cómo pudo haber estado mi hermana viendo eso? En cómo violaban a mis hijas y a las hijas de ella. Aunque tengan treinta y seis años de muertas para mí no es así, no es ese tiempo”, mencionó.
Pese a todo ese dolor, Zamora dijo sentirse muy satisfecha con el trabajo hecho por el director y todo el elenco, pues asegura que fueron muy valientes al enfocarse en muchas de las problemáticas que afrontan actualmente las mujeres.
“Tengo como muchos sentimientos encontrados, pero yo le agradezco a don Serge que viniera aquí para hacer una obra como esta, para llegarle al corazón a los costarricenses”, aseguró.
“Ojalá aquí sigan haciendo cosas así que promuevan ese cambio de mentalidad en la juventud, principalmente en los muchachos”, dijo Rosario Zamora.
— dijo Rosario Zamora.
Recordó a su hija menor
Doña Rosario dijo que todos los actos de la obra la emocionaron, pero confesó que hubo una aparición muy especial que la hizo recordar a su pequeña hija María Eugenia
“La chiquita que andaba el osito me recordó tanto a mi chiquita, que en aquel entonces tenía cuatro años, entonces ver algo así me remontó a ese tiempo y a este tiempo, porque yo fui policía y trabaje con menores en situaciones así de delicadas”.
Zamora también tuvo una participación especial en la obra, pues en dos de los actos se proyectó un video de ella al fondo, en el que aparece hablando de cómo se sintió en aquel entonces y actualmente.
También tuvo palabras de agradecimiento para los cuatro jóvenes del Centro de Formación Juvenil Zurquí.
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“Me siento muy orgullosa de todos los que participaron, especialmente de esos cuatro muchachos, demasiado ejemplo de superación.
“Cuando fui allá al Zurquí yo hablé con ellos y les dije que se estaban superando, que debían ayudar a los demás para que sean hombres de bien y no criminales, como los que mataron a mis hijas y a otras mujeres”.
“Aquí las mujeres son las que sufren, los hombres también sufren, pero en menor medida, porque desde que se nace siendo mujer uno sabe que va a haber muchas cosas en contra”,
— dijo Rosario Zamora.
Nadie debe vivir algo así
“Jonathan” fue uno de los jóvenes del Centro de Formación Juvenil Zurquí que participó en la obra, y para él es un orgullo formar parte de un proyecto con un mensaje tan poderoso para la sociedad.
“En realidad me impactó mucho conocer más sobre ese crimen, porque uno tiene hermanas y mamá, entonces me puso a pensar si ellas podrían pasar por una situación como esa, y en realidad es doloroso pensar que hay mujeres que puedan pasar por algo así”, dijo.
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En cuanto a su participación, el joven aseguró que al principio fue difícil, pues nunca había estado en un escenario; sin embargo, recibió mucho apoyo de sus compañeros y demás jóvenes, lo que le hizo las cosas más fáciles.
“Si me toman en cuenta volvería a participar en una obra de nuevo”, añadió.
La última función del espectáculo “Si nosotras fuéramos ellos” se presentará este domingo 12 de junio, a las 6 p.m., en el Teatro Popular Melico Salazar. La entrada general tiene un costo de ¢8.000; estudiantes y ciudadanos de oro, ¢4.000. Entradas a la venta en el sitio web boletería.teatromelico.go.cr