Doña Gladys Alvarado tuvo un hermoso detalle con su hija Shanill Monge Alvarado, de 17 años, minutos antes de que la joven y uno de los amigos de ella fueran asesinados por unos gatilleros mientras hacían una transmisión en vivo por Tiktok.
La madre de Shanill le contó a La Teja que ese día tuvo la oportunidad de darle serenata a su amada hija, pues le dedicó una bonita canción sin imaginarse que eso se convertiría en una despedida.
“Estaba cantándoles (a Shanill y a su hermana) una canción que se llama ‘Aquí hay amor para llevar’, de La Arrolladora Banda El Limón, porque a mí me encantaba cantarles a mis hijas. Esta semana estaba recordando que yo les canté esa canción y les dije a mis amigas que esa era la canción de mis bebés”, contó Alvarado.
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La tragedia ocurrió a eso de las 2 a. m. del domingo 2 de febrero en barrio Cuba. Shanill y el grupo de amigos con los que estaba haciendo una transmisión en vivo, fueron atacados a balazos.
“En apariencia, los ofendidos fueron abordaros por varios sujetos, de momento, se desconoce cuántos, los cuales viajaban en un vehículo y supuestamente estos les habrían disparado en varias ocasiones”, informó el OIJ.
En ese lugar falleció Carlos Barrantes Mora, de 17 años, mientras que Shanill murió poco después en el hospital San Juan de Dios.
“Ella era muy alegre y eso es lo que me queda a mí, recordarla de esa forma, nunca voy a recordar a mi hija con tristeza”.
— Gladys Alvarado, mamá de Shanill.
Fiesta familiar
Doña Gladys contó que ese día estaban disfrutando de una fiesta familiar, en la que participaban varias personas, entre estas los amigos de Shanill, todos menores de edad.
“Ellos (Shanill y los amigos) salieron a grabar el Tiktok, porque la música de la fiesta les estorbaba para eso”, recordó.
Alvarado asegura --al igual que los vecinos de barrio Cuba-- que su hija y el amigo de ella son víctimas inocentes, pues ninguno de ellos, ni los otros muchachos, andaban en malos pasos.
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“Lo que todo mundo dice aquí es que los confundieron, que no eran a ellos a quienes buscaban, porque esos chiquitos siempre estaban en eso, haciendo tiktoks; mi hija era fanática de grabar a los amigos, de grabarlo a uno en familia, ella siempre estaba en eso”.
Sobre la investigación que mantiene el OIJ, Alvarado dijo que hasta este momento no ha recibido ninguna información, por lo que solo le queda esperar y confiar en el trabajo de las autoridades.
“Eso fue una injusticia y aquí van a haber comentarios de comentarios, pero yo hago oídos sordos a eso, porque yo sé lo que crié, yo sé lo que era mi hija y ella fue una víctima inocente de esta porquería de mundo”.
“Shanill era una muchacha buena, alegre, tenía un corazón increíble, le encantaba ayudar a los demás”.
— Gladys Alvarado, mamá de Shanill.
Grandes sueños
Como toda joven, Shanill tenía muchos sueños y anhelos por cumplir, uno de ellos era terminar el cole y para eso le faltaba poco, pues este año iba para quinto en Liceo del Sur, donde es recordada con mucho cariño.
“Ella estaba estudiando, este hubiera sido su último año de colegio. Los profesores la recuerdan mucho, de hecho ahora que fui a matricular a mi otra hija los profesores me decían que ella era muy alegre, espontánea, que le encantaba hacer bromas y andaba bailando”.
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La mamá de la muchacha también contó que su hija siempre se caracterizó por el amor que tenía por los animales, por eso quería estudiar algo relacionado.
“Le encantaban los animales, siempre me decía que iba a tener una casa muy grande para poder tener muchos animales de la calle. Desde que estaba en el kínder soñaba con ser veterinaria, yo la vestía de veterinaria cuando era el Día del Trabajador, porque desde pequeñita traía ese amor”.
La madre también la describió como una muchacha muy madura para su edad, a la que casi no le gustaba salir de casa y que su tiempo libre lo compartía con sus amigos.
Estas cosas no deberían pasar, los buenos no deberíamos pasar encerrados mientras los malos andan libres”.
— Gladys Alvarado, mamá de Shanill.
No más sangre de inocentes
Tras la triste muerte de Shanill y Carlos, los vecinos de barrio Cuba se han unido aún más, demostrando su apoyo a las familias de los muchachos.
“Estamos haciendo el novenario de ella y son cien personas que vienen a diario y tenemos que rezar afuera, en la acera, por la cantidad de personas que vienen”.
Alvarado destacó que es necesario que las autoridades hagan cambios ante la situación de criminalidad que vive el país, pues de no hacerlo habrá más víctimas inocentes, como su hija.
“Se necesita que hayan reformas en la ley, que los diputados se pongan a trabajar en lo que es realmente importante, porque no puede seguir corriendo sangre de víctimas inocentes y ellos simplemente estar peleando entre ellos por tonteras”.