Don Eduardo Chavarría, de 68 años, saltó a la fama debido al gran optimismo con el que afrontó la inundación que arrasó por completo con su casa en Filadelfia de Carrillo, en Guanacaste, pues pese a que lo perdió casi todo esa tragedia no pudo desdibujar su sonrisa.
Chavarría se hizo muy conocido luego de una entrevista en vivo que le realizó Telenoticias, donde con mucho humor lanzó la famosa frase de la “billetera abombada”, para referirse a que sus hijos llegaban a pedirle plata a él.
Detrás de sus jocosos dichos y esa sonrisa que parece no apagarse con nada está la historia de un valiente hombre que ha enfrentado dos inundaciones de gran magnitud y que también logró escaparse de las garras de la muerte hace varios años, ganándose así el apodo de Milagrito, como se le conoce de cariño.
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La tragedia que enfrentan don Eduardo y su familia, quienes son vecinos del barrio El Bambú, inició la semana pasada, entre el jueves y el viernes, cuando las lluvias generadas por la influencia indirecta de la tormenta tropical Sara golpearon con mucha fuerza esa comunidad pampera.
“La llena del viernes comenzó como a las 8 a. m., empezó a llenar suavecito, ya en la noche yo tenía el agua por el pecho, aún podía caminar en el patio, entonces lo que hice fue subirme al techo porque yo no me iba a ir, porque ya a las 11 el agua estaba muy arriba”, contó el señor.
“Como a la 1 a.m. fue cuando escuché como la corriente arrancó todos los cuartos y se los llevó, quedaron ahí tirados en todos los potreros”.
— Eduardo Chavarría
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Daños por doquier
Don Eduardo contó que en menos de una semana tuvieron que hacerle frente a tres llenas, las cuales causaron grandes daños en su propiedad, pues una de esta incluso alcanzó 1,80 metros.
“Usted viene a mi casa y ve toda la malla caída y los cuartos desbaratados, así quedó mi casa, toda destrozada y nadie ha venido aquí ni para darle a uno un colchón en el que acostarse”, mencionó.
Lo más duro para Milagrito, quien se pensionó el año pasado tras trabajar por 22 años como guarda de una escuela, es que hace apenas tres meses había hecho una gran inversión en su casa.
“Solo por la malla gasté dos millones de colones, por los cuartitos que tenemos aquí atrás, que son tres y que hicimos hace tres meses, ahí invertí ocho millones de colones, que todavía estoy enjaranado con mi señora”.
Pese al peligro que representaba la inundación que destruyó gran parte de su casa, Milagrito nunca abandonó su hogar, pues dijo que en medio de esa situaciones siempre aparecen personas de mal corazón que quieren aprovecharse de los demás,
“He estado aquí cuidando lo poco que me quedó, porque todo se lo llevó la llena, lo único que me quedó fue una refri que la pude trepar arriba de una mesa, pero todo lo demás se lo llevó, acá quedamos sin nada”.
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¿Por qué le dicen Milagrito?
Milagrito es muy conocido, pero son muy pocos los que saben cómo fue que don Eduardo se ganó ese apodo, incluso, algunos pensaban que era por haber sobrevivido a la inundación.
La verdad es que Chavarría fue bautizado como Milagrito hace 25 años luego de que milagrosamente sobrevivió a un aparatoso accidente de tránsito que ocurrió en el puente de Guardia, Liberia.
“En ese tiempo trabajaba en una finca cerca del aeropuerto, en un lugar donde usaban avionetas para fumigar. Mi señora me había llevado la comida allá y ese día me dijo que no se iba a ir conmigo en moto porque estaba lloviendo mucho, yo le dije que se fuera en carro con el piloto, porque él la dejaba en Palmira y yo la pasaba recogiendo después”, recordó.
Como Milagrito no se llevó a su esposa uno de sus compañeros de trabajo le pidió que por favor le hiciera ride, pues no quería estar esperando el bus bajo semejante aguacero.
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“El piloto iba delante de nosotros en el carro de él y cuando llegamos al puente de Guardia un cabezal se le atravesó, entonces él frenó en la pura entrada del puente. Yo frené de golpe, pero la moto me coleó y el muchacho que venía conmigo se salió a un lado y yo pasé directo con la moto y caí al agua, yo calculo que caí como de unos 25 metros de alto.
“Donde yo caí estaba como a un metro de hondo, entonces lo que me recibió fue la arena. Yo quedé desmayado y cuando me desperté estaba en el hospital de Liberia, ahí fue cuando me bautizaron como Milagrito”, recordó.
Actualmente, don Eduardo y su familia enfrentan una situación muy dura, pues la ayuda de las autoridades han llegado a cuenta gotas y no cuentan con los recursos para restaurar su casita.
Si usted desea colaborar con esta familia puede hacerlo por medio de Sinpe Móvil al teléfono 8788-1818, que le pertenece a la hija de don Eduardo.