Sucesos

Minor Correa, cruzrojista de la eterna sonrisa, pidió en vida ser sepultado con su uniforme

Cruzrojista murió atropellado mientras atendía un accidente

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Uno de los últimos deseos de Minor Correa Pereira fue que cuando muriera lo despidieran con el uniforme de la Cruz Roja; la misma ropa que llevó por más de 20 años y que usó para llevar amor hasta desconocidos.

A él lo conocían como el ‘cruzrojista de la eterna sonrisa’, pues siempre mostraba su mejor ánimo, pese a los días difíciles que tuvo que afrontar.

Minor Correa Pereira siempre andaba sonriendo. Foto: Tomadas de Facebook

Freddy Montoya, paramédico permanente y compañero de Minor, recordó que --en vida--, su amigo siempre pidió que lo despidieran con el uniforme puesto.

“Un deseo de todos nosotros los cruzrojistas, y que Minor manifestó en algún momento de su vida, es que fuera sepultado con el uniforme de la Cruz Roja. Parece ser que la familia ha accedido a que esto suceda”, expresó.

Fatalidad

Minor murió la madrugada de este viernes cuando atendía el fatal accidente entre un motociclista y una vagoneta.

Como saldo de ese choque falleció el motociclista identificado como Ángelo José Otero Rojas, de 57 años.

Minor, mientras atendía el suceso, fue embestido por un carro que iba de San José hacia Cartago a alta velocidad.

Montoya señaló que apenas se enteraron, sintieron un dolor muy fuerte.

“Es un dolor muy grande, porque era como un hermano... Sí, nos ha golpeado mucho en el comité”, dijo.

Entre las pasiones de Minor también estaba practicar ciclismo. Foto: Tomadas de Facebook

Minor será despedido con honores este sábado en la basílica María Auxiliadora de El Tejar, a las 12:30 p. m.

“Lo más probable es que la vela sea en el comité de Cartago. Tenemos un protocolo y realizamos las honras (con honores), sobre todo cuando un compañero cae en el cumplimiento del deber”, expresó.

Entre las anécdotas que les quedan de Minor, está que amaba compartir con los suyos.

“A él le gustaba mucho cocinar, ponía un mensaje en el grupo de los paramédicos permanentes y decía: ‘mañana no lleven, porque yo llevo comida’, él era de mucho compartir”.

Minor amaba su vida y el servicio que daba, practicaba ciclismo y su adoración era su familia.

Minor Correa Pereira siempre sonreía pese a los días más difíciles. Foto: Cortesía para La Teja

A punto de pensionarse

A don Minor se le desbordaba el amor tanto hacia los desconocidos como hacia sus propios colegas de rescate.

Héctor Blanco, de Rescate Urbano Costa Rica, asegura que el principal recuerdo de Minor es verlo alegre, vivía sin estresarse y le transmitía a los demás ese amor que tenía por el prójimo.

“Minor era muy querido. ¡Siempre tenía una picardía! Era muy alegre, tenía más de 20 años de conocerlo, se caracterizaba por ser una persona muy servicial, puntual, se entregaba mucho al trabajo como tal; inclusive, estaba a punto de acogerse a la pensión, no sé cuánto le faltaba, pero sí sé que muy poco”, recordó Blanco.

Agregó que él siempre pensaba en los demás y en ofrecerles esa mano amiga a todos.

“Siempre trabajó en la Cruz Roja de Cartago como conductor, tuve la oportunidad de compartir con él. Lo que siempre recuerdo de él es esa alegría, por ejemplo, cuando venía con una ambulancia de la zona de los Santos, siempre lo recibía a uno y le preguntaba, ‘¿qué, ya tomó cafecito?’. Siempre tenía esa camaradería que uno trata de tener en la base y creo que por eso es que la gente está muy dolida”, mencionó.

Como el Comité de Cartago está destrozado por la pérdida, paramédicos de otras zonas como San José centro y Tres Ríos, llegaron este viernes desde temprano a relevar a los compañeros de Minor.

Este sábado será igual, para que ellos puedan asistir al funeral.

Para don Minor una de sus formas de demostrar amor era cocinando. Foto: Cortesía para La Teja

Alcoholemia dio positivo

Un oficial de la delegación de la Policía de Tránsito de Cartago detalló que al conductor que atropelló al cruzrojista, cuya identidad no se ha dado a conocer, solo se realizó una multa administrativa, pues el nivel de alcohol en sangre no superaba el límite permitido por la ley, que es de 0,75 gramos de alcohol por litro de sangre.

Según la Ley de Tránsito, conducir ebrio entre 0,5 y 0,74 gramos de alcohol por litro de sangre conlleva una multa administrativa ¢333.973,30, mientras que cuando se supera el 0,75 el conductor es detenido y puede recibir una pena de cárcel de entre 1 y 3 años, así como el retiro de su carro y la suspensión de su licencia por dos años.

Por este caso, las autoridades confirmaron que el conductor no fue detenido por manejar bajo los efectos del alcohol (la alcoholemia dio 0.37), pero que permanecía bajo custodia policial por el presunto delito de homicidio culposo.

Alejandra Morales

Alejandra Morales

Bachillerato en Periodismo en la Universidad Internacional de las Américas y licenciada en Comunicación de Mercadeo en la UAM. Con experiencia en temas de sucesos y judiciales.

Adrián Galeano Calvo

Adrián Galeano Calvo

Periodista de Sucesos y Judiciales en el periódico La Teja desde 2017. Cuenta con un bachillerato en Relaciones Públicas de la Universidad Latina y una licenciatura en Comunicación de Mercadeo de la UAM. En el 2022 recibió el premio a periodista del año del periódico La Teja.

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