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Doña Mariana Algueda vino a Costa Rica para alejarse del dolor que le provocó una tragedia en su natal Nicaragua, pero con solo 27 días de estar en el país le tocó enfrentar la muerte de su hija, de 12 años, en un accidente de tránsito.
Como si esos dos dolores no fueran una estaca en su corazón, doña Mariana tiene a otro hijo, de 7 años, en recuperación, pues el pequeño Juan José sobrevivió al accidente y tuvo que ser operado del brazo derecho y aunque las lesiones que sufrió no fueron de gravedad, sí han requerido de mucha dedicación y amor, pues él también afronta el dolor de haber perdido a su única hermanita.
Mariana nos contó que ella, su esposo Juan José Jaime y sus dos hijos Tatiana y Juan José, vivían en Bluefields, su esposo salía frecuentemente a pescar con Rolando Algueda Mungrio, hermano de ella.
El 15 de setiembre del año pasado, cada uno iba en bote por Punta Gorda cuando cayó un rayo y mató a Rolando, mientras que la onda expansiva apenas golpeó a su esposo, que logró sobrevivir.
“La muerte de mi hermano fue muy dolorosa para mí, la situación económica era muy dura y pensando en todo yo quería sanarme de esto de mi hermano y olvidar y decidimos irnos para Costa Rica todos, queríamos buscar una mejor vida para nuestros hijos y para nosotros”, dijo Algueda, quien contó que emprendieron el viaje mes y medio después.
Cuando apenas tenían 27 días de estar en el país, el 2 de diciembre del año pasado, la familia fue alcanzada por otra desgracia.
La familia andaba en una finca cogiendo café para ganarse un dinerito, esto en Repunta de Pérez Zeledón; los niños andaban con ellos ya que, al no tener a nadie más en el país, les daba mucho miedo dejarlos solitos en la casa.
Al parecer, ellos iban cruzando una calle y el chofer de un carro habría hecho un adelantamiento indebido y se los topó de frente.
La mamá de la pequeña resultó ilesa de puro milagro, pero los niños fueron atropellados.
La mamá contó que Juan José y Tatiana iban agarraditos de la mano y su hija trató de proteger al hermanito con el cuerpo, eso le salvó la vida a él, pero la niña falleció.
Para Juancito ha sido muy duro, porque él y su hermana todo lo hacían juntos, Juancito siempre ha sido más juguetón y su hermana era más tranquila, entonces se complementaban.
Tatiana fue sepultada en Costa Rica pues sus papás, pese a lo que pasó, no quieren volver a Nicaragua.
La familia vive en condiciones de pobreza, en un galerón en el que ni siquiera cuentan con electricidad, por el momento la Fundación RN de Pérez Zeledón les ha estado ayudando, pues Juancito tiene que estar viajando a San José por las citas con las que debe cumplir, que son muchas, además de los gastos diarios en comida, pasajes, gastos de la casa, etc.
Pese a que los papás tienen que trabajar mucho para poder sacarlo adelante, nunca han dejado de mandar a su hijo a la escuela, pues siempre han tenido la ilusión de que concluyan los estudios completos y puedan tener mejores oportunidades.
Juancito entra este año a primer grado en la escuela de Repunta y está muy ilusionado, incluso con Tati se emocionaba de saber que este 2024 iban a tener un montón de amiguitos nuevos, sin embargo, el destino fue cruel.
Ahorita sus papás no tienen nada de lo que necesita para ir a clases, como uniforme, bulto y los útiles, pues el poquito de dinero se ha ido en las citas. Tampoco han podido retomar el trabajo como se debe por las citas médicas. La fundación los ha apoyado con hospedaje, comida y acompañamiento.
El pequeño tiene la ilusión de poder ir a clases y además de sacar muy buenas calificaciones para en el futuro graduarse y poder ayudar a sus papás, él es un niño muy amoroso y inteligente y todo el proceso que le ha tocado vivir tan pequeñito le ha dado fuerzas para luchar más con sus papitos.
Si usted desea donarle algún artículo para que pueda asistir a la escuela, puede contactarlos al teléfono 6230-7471, ese número tiene Sinpe.
El accidente en el que murió Tatiana permanecen en investigación por parte de las autoridades judiciales.
