EscucharOtoniel Orozco Mendoza siempre le dijo a su familia que lo único seguro que tenían todas las personas en esta vida era la muerte.
De esta manera, fue como empezó a preparar a sus seres queridos para su ausencia, pero jamás imaginaron que sería tan pronto y que enfrentarían un fatal desenlace en el que moría de 14 balazos.
Otoniel, incluso, había pedido que lo sepultaran en Nicaragua, último deseo que la familia le concedió.
Danelia Mendoza Delgadillo, prima de Otoniel, recordó que ella llegó primero que él a Costa Rica y relató cómo fue que su ser querido comenzó desde abajo hasta lograr crear una empresa de seguridad.
“Después de mí, llegó Rogelio, un hermano de Otoniel; él vivía por el hospital de Niños en San José centro, lo visitaba cuando tenía libre y me comentó que venía Oto. Vieran, cuando llegó, era negrito, delgadito, sin nada, solo traía un bolsito, como llegamos todos a Costa Rica. No traía ni otro par de zapatos”, recordó Mendoza.
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Detalló que para ellos Costa Rica era el sueño americano; sabían que tenían que trabajar mucho, pero podían soñar en el que en un futuro alquilarían una casa e incluso podrían hasta tener un carro.
“Trabajamos de día y estudiábamos de noche. Recuerdo que siempre me decía: ‘tienes que luchar, tener mucha fe en Dios y ser honrado’. Así fue saliendo adelante él. Comenzó cuidando carros en el hospital.
“Nosotros no teníamos plata para comprar camas, dormíamos en un colchón, alquilando un cuarto, así fue como iniciamos”, expresó la prima.
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Cuando Otoniel compró la casa en Escazú, para sus familiares fue como ver una mansión.
Otoniel murió el 3 de junio del año pasado; un mes antes vio a Danelia y estuvieron hablando de todo lo que habían afrontado en Costa Rica. Sin embargo, no les mencionó nada que estuviera pasando en el condominio en Escazú.
“No sabía de sus problemas con el vecino, nunca nos lo dijo, seguro él no quería involucrar a la familia, porque sabía que nos íbamos a molestar y a defenderlo”, señaló.
Danelia cree que él, de cierta manera, presintió su muerte, porque un mes antes de que eso pasara se toparon y hablaron sobre todo.
“Estuvimos hablando y le dije que tenía que preparar a la familia y me dijo: ‘prima he hablado mucho con ellos’”, recordó con tristeza.
Danelia fue quien tuvo que llevar los preparativos para sacar el cuerpo y despedirlo en su tierra natal.
Tras el asesinato de Otoniel, la familia no volvió a vivir en el condominio que habían comprado con ilusión.
El responsable de este vil hecho es un sujeto de apellido Ramírez Zamora.
