Yuriana Arnesto Segura es una palmareña de armas tomar, que gracias a su empeño y dedicación se convirtió en la primera mujer costarricense en ser piloto de helicópteros del Servicio de Vigilancia Aérea (SVA).
Esta muchacha, de 27 años, tiene una personalidad amable, un corazón alegre y un espíritu tan fuerte que le permite alcanzar las metas más altas.
La oficial conversó con La Teja sobre este logro y asegura que se siente muy satisfecha de abrirse camino en un ambiente dominado por los hombres.
“Yo no tenía entre mis planes ser policía, y mucho menos ser piloto, ya que estaba estudiando Gestión Ambiental en la universidad, pero un día me encontré a una excompañera de la escuela que se había hecho policía del Servicio de Vigilancia Aérea y me convenció de hacer las pruebas para entrar.
“Primero trabajé en la Policía Aeroportuaria y después entré al Servicio de Vigilancia Aérea, por lo que empecé a estar cerca de los helicópteros y de las avionetas y me gustó mucho”, relató.
El destino se le fue acomodando a la palmareña, ya que el año pasado salió una beca a concurso para que un tico viajara a Colombia para capacitarse como piloto de helicópteros y ella no lo pensó dos veces.
“Participé y desde ese momento tuve el apoyo de mi familia y de mis superiores. Luego de hacer unas pruebas me seleccionaron y viajé con mucha ilusión a Colombia.
“Estuve allá nueve meses, los cuales fueron de mucho provecho, aunque mi familia me hizo mucha falta me sentía feliz porque sabía que lo que yo estaba haciendo le abría el camino a muchas mujeres aquí en Costa Rica”, aseguró la piloto.
Las primeras semanas fueron para aprender detalles teóricos sobre la aviación, por lo que no se subió a ninguna aeronaves, pero después empezó lo mejor.
Con la guía y supervisión de pilotos expertos, Yuriana hizo sus primeros vuelos y ahí se dio cuenta que volar era lo suyo.
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Gracias a su participación misiones reales en vuelos de helicópteros durante el día y la noche, el uso de simuladores de vuelo y los cursos teórico, la tica se convirtió en una experta en el aire.
“Volar es muy emocionante, pero lo principal es siempre tener mucho cuidado y saber que uno tiene una gran responsabilidad”, argumentó Yuriana.
La joven regresó el sábado pasado al país y ahorita está tomando unos días de descanso y quitándose un montón de antojos que traía desde Colombia.
“Me siento muy contenta de estar mi casa de nuevo, tenía muchas ganas de comer frijoles porque allá no hay (dijo entre risas); ya el jueves tengo que presentarme al Servicio de Vigilancia Aérea para que me den una inducción y empezar en mi nuevo trabajo”, dijo con ilusión la mujer.
Arnesto dijo que en el curso participaron 14 personas, de las cuales dos eran mujeres. Además de Yuriana participó la soldado Viviana Forero Moncada, del Ejército Nacional de Colombia, quien se convirtió en la primera mujer de su país en ser piloto del ejército.