Al enfrentar la terrible realidad de que su bebé, de apenas dos meses, murió producto de aparentes agresiones, su papá, un hombre apellidado Luquez Pérez, de 27 años, reconoció que en varias ocasiones golpeó a su hijo con sus propios puños.
Así lo revela el reporte que una trabajadora social del Hospital Nacional de Niños (HNN) envío al Patronato Nacional de la Infancia (Pani) y al Ministerio Público tras entrevistar a los padres del bebé fallecido junto a médicos de dicho centro hospitalario.
“Al preguntarle si le había pegado o hecho daño intencional a su hijo, (Luquez) asiente y refiere: ‘Le pegué varias veces, con mis manos, mis puños’, señala el informe.
Dicho documento, del cual La Teja tiene copia, fue confeccionado el pasado miércoles 17 de mayo, mismo día en el que el bebé fue declarado como fallecido en el Hospital Nacional de Niños, a donde llegó procedente del Hospital San Carlos.
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Por este caso, las autoridades mantienen una investigación contra Luquez y contra la mamá del menor, apellidada Cordero Ramírez, de 28 años. Ambos sospechosos, quienes son vecinos de Cedral de San Carlos, permanecen detenidos a la espera de que se dicten medidas cautelares en su contra.
Negaron agresiones
En su reporte, la trabajadora social indicó que al consultar al Pani dicha institución aseguó que no se registraba ningún antecedente en contra de los padres, además, en la entrevista estos negaron cualquier agresión en contra de su bebé.
“En un primer escenario, ambos padres se muestran tranquilos, comentan sobre las preocupaciones que ha desencadenado la salud de Samuel en cuanto a su bajo peso y dificultades de lactancia. Niegan inicialmente cualquier manifestación de agresión o trauma. Comentan sobre los hechos ocurridos en horas de la madrugada del día de hoy, en donde observan a Samuel irritable, con un comportamiento inusual y sin fuerza y es por este motivo, según refieren preliminarmente, que consultan a emergencias”, detalla el documento.
Los padres señalaron que únicamente ellos cuidaban del bebito, pues la madre se encontraba con goce de licencia de maternidad y el padre mantiene horarios laborales flexibles, pues trabaja en la animación de eventos.
Supuestas caídas
Antes de reconocer que había golpeado con sus puños a su propio hijo, Luquez dio una versión diferente para tratar de justificar las lesiones que presentaba el bebé, alegando que se la había caído en, al menos, dos ocasiones.
“El padre refiere que el día lunes 15 de mayo ‘lo estaba bañando en la tina que está en la mesa y se me resbaló por el jabón y cayó en la mesa’. Confirma que calcula una altura aproximada de medio metro. Seguidamente, médicos le indican que las lesiones que presenta no podrían ser compatibles con una caída desde esa altura, por lo que posteriormente, el padre relata ‘se me cayó hoy (17 de mayo) en la mañana, en la madrugada estaba llorando y yo lo saqué del cuarto para que (la mamá) durmiera, lo traía alzado con la cobija y al tratar de abrir la puerta, se me resbaló y cayó al piso.
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”Menciona ‘cayó como de medio lado, sonó duro, me asusté y lo puse en la cama y después lo alcé, él no lloró, estaba como en blanco, con el ojo como torcido, no respondía, se le caía la cabeza y estaba como flojo’. Refiere ‘le puse los dedos en el cuello para tocarle el pulso porque pensé que se había muerto’. Agrega: ‘se lo llevé a ella y nos fuimos para emergencias. No le conté nada por miedo, para no preocuparla”, indica el reporte.
Mamá sospechaba
La trabajadora social también se refirió a la entrevista realizada a la madre del menor, indicando que esta lloraba de forma intermitente y pedía ver a su bebé, además, pedía que su pareja dijera era la verdad.
“Agrega en su relato haber observado hematomas en distintas partes del cuerpo de su hijo. Sobre esto describe: ‘tenia unos moretes en el pecho y en la espalda, después uno en la frente y otro día le vi como algo en la orejita, no recuerdo bien cuándo fue, yo me enojé con él (Luquez)y le pregunté si le estaba pegando al bebé, él me decía que no, cuando le decía que fuéramos a emergencias me decía que eran piquetes de zancudo y al otro día los moretes ya no estaban por eso no consulté'.
“‘Sí sé que fallé, yo sospechaba que él le estaba haciendo algo, pero no consulté ni le conté a nadie’”, agrega.
En el informe, la trabajadora también menciona que el padre del bebé dijo que en un inicio él no sentía rechazo hacia su hijo.
“Algo me pasó, ocupo que me ayude, todo estaba bien, yo le hablaba cuando estaba en la pancita, yo fui el primero que lo alzó cuando nació, después yo lo bañaba y lo cuidaba, pero algo cambió de pronto, empecé a sentir rechazo, estaba cansado de que llorara por todo, que no durmiera, que había que estar llevándolo a la clínica”.
La trabajadora social finaliza su informe señalando que los relatos de los padres son difusos y no coinciden con las lesiones del recién nacido, además destacó la “posterior confirmación del padre sobre la intencionalidad de las lesiones perpetradas por su parte”.
En cuando a la mamá, indica que esta sospechaba que su hijo era agredido, pero al no hacer mayor cosa se desconoce si estuvo involucrada en las agresiones.