“¿Por qué nos está pasando esto?”, es la pregunta que retumba en la mente de don Rafael Aguilar, papá del boyero Rafael Alberto, quien está desaparecido desde el 3 de diciembre anterior.
Este martes, este padre volvió a salir desde muy temprano de su casa, en Llano Grande de Cartago, en busca de su hijo, pero además cargaba el dolor de haber perdido a su vecino Freddy Rojas Rodríguez, quien murió el lunes al caer a un guindo durante la búsqueda.
Don Freddy, aunque no era allegado, además de participar en los rastreos, tuvo el gesto de llevar una doctora donde esta familia para que la examinara.
“Él vivía para abajo de mi casa, cuando nos topábamos nos saludábamos, nunca antes nos habíamos tratado, hasta este domingo, que él (Freddy) llegó a mi casa y se ofreció a ayudarnos. Fue un señor con buena voluntad, vino con una doctora para que nos viera a mi esposa, a mis hijas y a mí, me dieron unas pastillas y hasta me puso una inyección para quitarme el estrés”, recordó este papá.
Rafael contó que ellos iban junto a otros dos hombres, cuando en eso Freddy agarró hacia un trillo, por lo que trataron de evitar que siguiera por allí.
“Le dije: ‘Don Freddy, no se meta por ahí', pero él me dijo: ‘Rafa, déjeme yo sé lo que estoy haciendo, yo he trabajado en forestal y he andado en montaña, déjeme, no me siga, voy a buscar por aquí’, entonces no le discutí nada.
“Pasaron tres horas y, como no salía, le grité por el nombre, luego decidí, junto a otro compañero, seguir el trillo por donde él bajó, pensando que tal vez se había doblado el pie, jamás imaginé que lo vería sin vida, había un resbalón y le dije a mi compañero: ‘Ay mae, por aquí bajó este señor’, me agarré de unas cañas y comencé a bajar, me asomé al fondo del río y lo vi abajo, yo salí dando gritos porque andaba buscando a mi hijo y saber que a ese señor le pasó eso, me volví loco en ese momento, tuvieron que controlarme, porque estaba fatal”, recordó este papá.
Asegura que ahora mucho menos que tiene paz en su corazón y a cada rato se le vienen las lágrimas pensando en su hijo y su vecino.
“Lo que pasó este lunes nos tiene mal, uno lo único que quiere es que lo ayuden, no que pase una situación como esta, solo quisiéramos que nos digan: ‘Aquí está su hijo o aquí apareció el sombrero’, pero jamás que nos digan: ‘Alguien murió buscando a su hijo’, esto me ha dolido, he llorado y me he preguntado el por qué de todo esto”, expresó.
Este papá quisiera poder agradecerle a algún familiar de don Freddy por el buen corazón que tuvo con ellos; sin embargo, en Llano Grande no tenía parientes.
“Me dicen que la familia de él vivía en Guanacaste o Grecia, no tengo contactos con ningún pariente, me gustaría conocer a alguno de los familiares y darles el pésame, decirles que lo siento mucho, a él siempre lo recordaré porque al final nos mostró sus buenos sentimientos”, dijo.
Don Rafael seguirá buscando a su hijo y le pide a las personas que lo ayudan que anden con cuidado, no quisiera más más dolor, además, les ruega a los rescatistas unirse al rastreo.
“No voy a dejar de buscar hasta que aparezca como Dios quiera, vivo o muertico, pero lo busco hasta que aparezca, esté donde esté”.
Rafael Alberto fue visto por última vez cuando salió de su casa en Tierra Blanca, habría caminado unos 4 kilómetros, en medio de fincas, hasta llegar a Llano Grande, donde trabajó con dos finqueros que frecuentemente lo llaman, él habría tomado el camino de regreso; sin embargo, no se supo más de él.
El OIJ recibió la denuncia por esta desaparición desde hace una semana.