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El papá de los dos jóvenes ticos que fallecieron en un accidente en Belice asegura que ha sido muy duro enfrentar que sus hijos, Sidney Alejandra Ruiz Montenegro, de 21 años, y Juan David, de 20 años perdieron la vida.
“Mi corazón está dividido en dos y se lo llevaron con ellos, aún estamos en shock, son momentos muy duros, muy difíciles, pero también hay una mezcla de emociones porque hemos visto en las redes sociales todo el amor que le tenían a mis hijos, hemos recibido mucho apoyo, compañía”, dijo Freddy Ruiz, papá de los jóvenes.
Don Freddy vive en Estados Unidos y sus dos hijos y otros dos hermanitos viven con su madre en Belice, que fue donde ocurrió la tragedia, sus cuatro hijos son costarricenses y tenían ocho años de haberse ido del país.
“Ahorita estamos esperando a que nos den los cuerpos para tomar la decisión en su momento, de despedirlos en Belice o repatriar los cuerpos a Costa Rica, ahorita las autoridades están investigando el accidente y podría ser que a finales de la semana o a principios de la otra nos den los cuerpos”, dijo el papá.
Nos explicó que el accidente ocurrió el domingo 8 de junio.
Su hijo Juan David les dio una gran alegría un día antes del accidente cuando fue su graduación de colegio.
“Ellos fueron a un paseo en un río bellísimo donde hay unas aguas termales, iban con un profesor y otros amigos de ellos también fueron al río, de hecho, iban a llevar a su hermano de 14 años y al final no lo hicieron”, narró el papá.
La tragedia ocurrió al regreso en la autopista Thomas Vincent Ramos, en el kilómetro 51, cuando aparentemente se salieron de la carretera y se estrellaron contra una zanja.
“Se está investigando quién manejaba porque el profesor dice que era mi hijo, pero el carro era de él, también se investiga si se quedaron sin frenos, y si ellos iban sin cinturón, el profesor está en condición estable, la bolsa de aire permitió que se salvara aunque todavía está hospitalizado”, dijo.
Don Freddy asegura que sus hijos eran tan queridos en Belice que la comunidad donde viven se ha volcado para apoyarlos, y las autoridades les han prometido una investigación de lo ocurrido.
Sobre sus hijos, él aseguró que tenía ocho años de no verlos porque está en Estados Unidos con asilo político y está esperando a que le den los papeles de la residencia (“Green Card”) desde hace tiempo para poder verlos, esa era su mayor ilusión.
Sin embargo, ellos conversaban todos los días, y la mañana antes de la tragedia lo hizo por última vez cuando sus hijos lo saludaron, ahora él atesora esos mensajes pues ambos eran muy amorosos.
La noticia le llegó a las 3 de la tarde cuando la madre de sus hijos lo llamó para darle la noticia.
Él nos contó que en ese momento estuvo en shock por casi una hora y tuvo que volver a llamar porque no podía creer lo que le estaban diciendo, era demasiado el dolor.
“Mis hijos todos son muy unidos, su madre ha hecho un gran trabajo con ellos, pero ellos dos eran inseparables donde iba uno, iba el otro”, contó.
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Juan David quería volver a Costa Rica para entrar a Ingeniería Civil en la UCR, su papá trabaja en eso en los Estados Unidos y su hermana Sidney, quien era una promesa del fútbol, tenía el deseo de venirse con él para unirse a algún equipo.
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Ambos tenían esa ilusión de vivir en Costa Rica.
Sidney jugaba en el equipo Sagitun Girls, que, de hecho, subió a primera división por un gol de ella. Sus amigas le decían “La tica”.
“Mi hija era increíble jugando fútbol, ella pateaba con ambas piernas, pero era izquierda y era muy buena, estaba dedicada al fútbol, pero quería estudiar Administración Hotelera y buscar un equipo en Costa Rica para seguir jugando, los dos estaban llenos de sueños”, dijo el papá.
Don Freddy asegura que él se siente muy triste porque en estos momentos desea estar en Belice con su familia.
“Son sentimientos muy duros porque quiero estar con ellos, pero tengo miedo de salir de Estados Unidos y no poder entrar de nuevo por las políticas del gobierno actual, mi abogada está viendo qué podemos hacer, mis otros dos hijos están devastados con esto, nosotros como padres también, mi hijo de 14 años es el más afectado porque sus hermanos lo cuidaban y lo protegían mucho”, dijo.
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Este papá asegura que en este momento atesora todos los mensajes de amor y apoyo que recibe que son los que le están dando fuerza.
