Durante el sexto megaoperativo que realizó el Ministerio de Seguridad Pública se logró hacer un importante rescate, no de una persona retenida por secuestradores sino del amado carrito de una señora que estaba en manos de unos maleantes.
Este susto se lo llevó doña Ligia Alfaro Porras, de 56 años, en horas de la noche del viernes, precisamente minutos después de parquear su chucito amarillo en el estacionamiento del hospital San Rafael de Alajuela, al cual llegó a hacer unas vueltas.
Sin embargo, unos bichos ya le habían puesto el ojo a su nave, por lo que apenas entró al hospital se le fueron encima al carro para abrirlo y llevárselo.
Con lo que no contaban los maleantes es que habían escogido la peor noche para robarse un carro, pues el viernes el megaoperativo estaba en lo más y mejor con las calles llenas de policías, incluso el ministro de Seguridad, Michael Soto, también andaba patrullando las calles manudas. Esto hizo que los maleantes abandonaran su plan.
“Estabámos en Alajuela haciendo un dispositivo en las zonas de alto conflicto y empezando no más la visita tuvimos la oportunidad de recibir información de que se acababan de robar un vehículo en el hospital de Alajuela y dichosamente la presencia policial generó que el vehículo fuera abandonado por los robacarros a quienes ya estamos rastreando”, dijo el ministro.
Pura contentera
Claramente una de las más beneficiadas con el megaoperativo fue doña Ligia, quien pasó de vivir el susto más feo de su vida a tener un momento de pura felicidad al lado de todos los oficiales que estaban custodiando su amado carrito.
“Llegar a dejar el carro al parqueo del hospital de Alajuela y llegar a sacarlo y que no esté es una experiencia dura, si no es por un muchacho que me socorrió algo me hubiera dado, porque fue él quien se dio cuenta de que el carro estaba aquí (abandonado) porque oyó una alarma y corrió hasta aquí, pero sobre todo gracias a estos policías hoy puedo decir que me siento muy orgullosa de la Fuerza Pública”, dijo Alfaro.
Doña Ligia dijo que esa noche andaba completamente sola por lo que de no ser por los oficiales que estaban patrulllando posiblemente nunca más hubiera visto su chuzo amarillo.
Maleantes sin paz
Como ya se ha vuelto una costumbre el megaoperativo se realizó a nivel nacional, por lo que todos los polis que estaban en servicio salieron una vez más a la calle para robarle la paz a los delincuentes que estuvieran cometiendo alguna fechoría.
Según explicó Soto, para esta ocasión contaron con la colaboración de varios oficiales de la Policía de Tránsito e investigadores del OIJ, así como de un helicóptero del Servicio de Vigilancia Aérea (SVA) que estuvo recorriendo la provincia de los mangos.
“En términos generales puedo decir que hemos intervenido a más de 22 mil personas y casi 4 mil vehículos. Ya hablando de resultados de fondo tenemos 40 armas de fuego decomisadas que estaban en manos de la delincuencia y le habrían podido quitar la vida a alguien. Además logramos detener a 100 personas cometiendo algún delito”, explicó el ministro Soto.
Tranquilidad duradera
El ministro agregó que de a poco han visto como estos enormes operativos, que se inician a las 5 p. m. y se extienden hasta horas de la madrugada, han empezado a dar resultados, no solo ese día sino que también al siguiente.
“En el momento que se realizan los megaoperativos uno de nuestras objetivos es que en esa franja horaria ocurra la menor cantidad de delitos, especialmente los homicidios que aunque son difíciles de prevenir es importante. Por un efecto ya de cola al día siguiente en esa hora baja un poco la incidencia criminal”, añadió.
El primer megaoperativo fue el viernes 11 de mayo de este año y seguirán por un buen rato.