Por medio de un sueño, Evelyn Miranda pudo despedirse de la forma que siempre quiso de su amada hermana, Wendy Miranda Ordóñez, de 44 años, quien falleció al evitar que sus dos hijos fueran atropellados por una mujer que estaba aprendiendo a manejar.
Ese bonito sueño no solo ha servido de consuelo para ella, también se convirtió en el sostén que le da la fuerza necesaria para no perder la esperanza de que se haga justicia por el caso de su hermana, pues en este 2025 se cumplirán tres años de su trágica muerte.
“Yo lloré, porque llegué hasta donde ella y le dije que ya le podía dar el beso y el abrazo que le quise dar. Le conté el sueño a mi mamá y le dije que finalmente me pude despedir de mi hermana. Gracias a Dios que me permitió despedirme de ella”.
Evelyn contó que ese sueño, el cual tuvo hace cierto tiempo, fue un poco extraño, pues su hermana estaba en un lugar gris, junto a otras personas que también fallecieron y todos miraban al interior de un pozo.
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“Llegamos ahí, mi cuñado, mi sobrina menor, la que estaba con ella en el accidente, y yo. Mi hermana estaba viendo el pozo y desde ahí nos veía, ella podía ver lo que nosotros estábamos pasando”, recordó.
Aunque se trató de un sueño un poco extraño, Evelyn lo interpretó como que su hermana los está observando y cuidando desde el cielo.
En cuanto al incidente que cobró la vida a Wendy, este ocurrió la mañana del domingo 28 de agosto del 2022, en Barranca de Puntarenas, cuando ella y sus dos hijos, un niño de nueve años y una chiquita de diez, se dirigían a una iglesia para participar en la misa.
No obstante, una mujer, apellidada Rodríguez Cedeño, a la que un hombre le estaba enseñando a manejar, intentó tomar una curva, pero perdió el control del carro y salió en dirección hacia donde se encontraban Wendy y sus dos hijos.
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Sin pensarlo dos veces, Miranda empujó a sus hijos para sacarlos del camino del carro, pero lamentablemente ella no pudo hacer nada por salvarse y fue embestida por el vehículo. Wendy fue auxiliada por varios vecinos, pero falleció poco después de ingresar al hospital Monseñor Sanabria de Puntarenas.
Una larga espera
Este sueño es el que mantiene a Evelyn en pie de lucha para que se haga justicia por la muerte de Wendy, pero esto no ha sido nada fácil, pues entre más días pasan, más complicado se vuelve mantener la esperanza de que el caso llegue a juicio.
Según Miranda, este año se realizó una reunión entre su cuñado y la mujer para tratar de llegar a un acuerdo, pero este no prosperó, pues la familia quiere llegar hasta las últimas instancias.
“Entonces la fe es esa, ir a juicio, pero fecha todavía no hay. Ojalá, Dios quiera que ya se haga rápido”, dijo Evelyn.
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Miranda contó que ese día la mujer le ofreció disculpas a su cuñado, pero este prefirió no responder nada. Según Evelyn, esa mujer tardó casi tres años en pedir perdón, pues hasta la fecha nunca se acercó a ellos ni a darles el pésame.
Una de las cosas que más le duelen a Evelyn es el hecho de que el hombre que acompañaba a esa mujer y que supuestamente le estaba enseñando a manejar cuando pasó el accidente, no tendrá que afrontar ninguna responsabilidad.
“Eso es lo que a mí me duele, porque me preguntó, ¿por qué nunca le ayudó a la muchacha a frenar o hacer algo para evitar que esto pasara?“, agregó.
Saliendo adelante
Pese a que en pocos meses se cumplirán tres años de la muerte de Wendy, su recuerdo sigue muy vivo entre sus seres queridos.
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“Siempre va a estar el dolor, nosotros la recordamos, todo el tiempo la vivimos recordando. Mis sobrinos ahí van, creciendo, y mi cuñado por lo menos ya sonríe más, él sigue ahí solito, porque sigue recordando a mi hermana”.
Para Evelyn ha sido muy difícil sobrellevar la muerte de su hermana, pues eran muy unidas, siempre pasaban en contacto y pese a la distancia siempre trataban de verse a menudo. La última vez que estuvieron juntas fue para el Día de la Madre del 2022.
“Yo le decía a mi mamá un día estos que yo siempre me acuerdo de ella, que me hacen falta las videollamadas, las bromas que nos dábamos, porque bromeábamos mucho las dos”, contó.
El único deseo que tiene la familia de Wendy es que esa larga espera por justicia llegue a su fin este año, pues en el fondo sienten que las autoridades poco a poco se han ido olvidando de su caso.