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Encontrar una cabeza humana en plena calle o cuerpos carbonizados a simple vista eran cosas que antes solo se escuchaban en países como México y Colombia, donde los carteles de la droga tienen un gran poder.
Sin embargo, esas situaciones, que antes parecían ser tan lejanas, ahora se están convirtiendo en pan de cada día en nuestro país, especialmente en la provincia de Puntarenas, la cual, según Gustavo Mata, exjefe del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), vive bajo terror por los actos “terroristas” de los mini carteles de esa zona.
“Ya hace muchos años pasamos de delitos comunes a crimen organizado y ahora esto es terrorismo, y lo digo por la cantidad de armas que usan para defender sus territorios, porque son armas de guerra como fusiles AK47, M16, AR15 y granadas de fragmentación”, destacó Mata.
“Eso es un mensaje que le están dando al grupo contrario y también para infundir temor al resto de la sociedad”
— Gustavo Mata, exjefe del OIJ.
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El caso más reciente y que causó gran conmoción ocurrió la mañana de este lunes en Fray Casiano de Puntarenas, en el sector conocido como Parada 3, donde a la orilla de una calle se dio el hallazgo de una cabeza humana dentro de un saco rojo.
Ese mismo día, el OIJ también reportó el hallazgo de restos óseos, aparentemente quemados, en la localidad de La Roca, en El Roble de Puntarenas.
Como si no fuera suficiente, el pasado jueves 21 de setiembre se encontraron dos cuerpos carbonizados en Miramar, a los que se suma otro cuerpo quemado, al que le faltaban los brazos y la cabeza, que fue hallado el domingo 17 de setiembre en Chacarita.
Aterradores mensajes
El exjefe del OIJ dijo que desde su punto de vista, estos grupos criminales no son solo considerados como “terroristas” por el armamento que tienen, sino que también por los mensajes de crueldad que envían a sus rivales.
“Cuando ellos infunden ese temor a la ciudadanía, pues es igual a lo que hacía el grupo ISIS con el resto de esa región, demostrando por medio de actos como cortarle la cabeza a un enemigo, el poder que tienen, eso es terrorismo”.
Según Mata, este tipo de acciones, como dejar una cabeza en vía pública para enviar un mensajes, son conductas aprendidas de carteles mexicanos, las cuales los mini carteles ticos han implementado sin ningún tipo de piedad.
“La utilización de este tipo de armas, el descuartizamiento, la decapitación, todo esto llevando a la sociedad a un temor enorme”.
— Gustavo Mata, exjefe del OIJ.
“Esta gente hace eso, los descuartizan, les cortan la cabeza y la va a tirar al frente de una casa, los queman y lo último que se estaba viendo es que guindaban a los muertos de los puentes”.
El criminólogo Gerardo Castaing coincide con Mata y aseguró que estos macabros mensajes no solo van dirigidos a los grupos rivales.
“El terror que proyectan entre la buena gente que vive ahí hace que nadie hable, es más, pueden hacer sus cosas delante de cualquier persona, en media calle, y nadie va a decir nada, porque si lo hacen, los puede matar”, destacó.
Más drogas, más violencia
Según Mata, el incremento en la violencia y en la crueldad de los crímenes cometidos en Puntarenas se debe a que existe una mayor cantidad de drogas circulando en esa zona, por lo cual los grupos cometen estos actos para posicionarse mejor en el mercado.
“Al haber más cantidad de droga almacenada hay mayor cantidad de cocaína y marihuana circulando por el país para el consumo, lo que provoca estas matanzas que estamos viendo”.
“Nosotros somos una bodega de estos grandes grupos organizados del sur”
— Gustavo Mata, exjefe del OIJ.
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Una situación que ha cambiado el panorama y ha contribuido a la escalada de violencia es que estos mini carteles cambiaron la forma de cobrar el almacenamiento de los cargamentos de droga enviados desde el sur del continente.
“Lo normal, cuando yo era policía en el OIJ, era ver bajar furgones que traían camuflado una cantidad enorme de dólares, que era para el pago de estos grupos que resguardaban la droga y luego la reexportaban; estos grupos ya no cobran dinero, ahora piden como pago por el bodegaje y la reexportación un porcentaje de esa misma droga que almacenan”.
El incremento de drogas en el mercado nacional hace que cada vez sean más constantes los tumbonazos (robo de droga entre grupos), lo que genera enfrentamiento y macabras ejecuciones.
Según Mata, la Perla del Pacífico se encuentra en una situación muy preocupante, pues las autoridades deben destinar más recursos policiales para esa zona, el problema es que no se cuenta con el presupuesto necesario.
El exjerarca indicó que a como va la cosa, la escalada de violencia irá aumentando cada vez más y este será un problema que tardará muchos años en resolverse.
