Durante sus 26 años de carrera como oficial de la Policía de Tránsito, don Fabio Badilla se acostumbró a recibir amenazas de todo tipo, por eso es que no sintió ningún temor al escuchar unos audios de WhatsApp de unos taxistas informales que, aparentemente, planeaban hacerle daño.
“Miedo nunca sentí, porque no es nada nuevo, la gente vive amenazándolo a uno, me dicen que saben donde vivo, o que me espere a que me vean de civil y cosas así, pero ya cuando hay amenazas como las que se escuchaban en estos audios uno sí siente preocupación, porque se trata de la integridad de uno y de mi familia”, contó.
Las amenazas contra el uniformado, quien trabaja en Puriscal, empezaron a darse a inicios de junio de este año y por ese motivo Badilla decidió presentar una denuncia ante el OIJ.
Como resultado de la investigación, el OIJ detuvo este jueves a tres taxistas informales de apellidos Rojas, de 24 años; Morales, de 31 y Alvarado, de 43, como sospechosos por el delito de amenazas a funcionario público.
Badilla dijo que estos tres sujetos son viejos conocidos suyos, pues en varias ocasiones ha tenido que recetarles multas por infracciones a la Ley de Tránsito, por lo que considera que eso es lo que habría provocado el enojo de los sospechosos.
“Yo fui enfático en que iba a llevar esto hasta las últimas consecuencias, porque yo tampoco soy de salir corriendo, siempre he dado la cara. Aquí el problema es que si uno cumple con la ley para ellos uno es el malo”, destacó.
No les dará el gusto
Don Fabio contó que en su familia se preocuparon mucho por él, sobre todo por el hecho de que siempre le toca trabajar solo, pues en Puriscal solo hay dos tráficos y trabajan en turnos rotativos.
“En mi familia han querido que me vaya de la zona, porque a nivel familiar una situación como esta es muy complicada, yo les digo que tengan calma, que yo no voy a irme del cantón, porque eso sería darle a esos sujetos lo que quieren”, comentó.
El uniformado contó que las personas detrás de las amenazas aparentemente lo tenían bien vigilado, pues a sus manos llegaron otros audios en los que se hablaba sobre su horario de trabajo, en donde era visto y hasta daban la dirección de su casa.
Esto sumado a los primeros audios en los cuales una persona hablaba sobre la contratación de un sicario.
“El man me dijo que le diera nada más la hora de salida y que lo va a ubicar, se va a poner a unos metros y cuando vaya caminando le va a vaciar el magazine de la pistola”, se escucha en uno de los audios.
Pese a todas las amenazas, don Fabio dijo que no está dispuesto a sacar ni un solo pie de Puriscal, pues quiere que esta situación se convierta en un mensaje para los vivazos que creen que pueden pasarle por encima a la ley.