La familia Cerdas Escalante sufría desde marzo las consecuencias económicas por el COVID-19, pero ahora las complicaciones se multiplicaron ya que se les quemó la casa en la que vivían.
Carlos Cerdas, su esposa Shirley Escalante y la hija de ambos, de cuatro años, son vecinos de Finca 6 de Palmar Sur, en Osa.
La desgracia ocurrió la noche de este domingo 24 de mayo, dichosamente no hubo víctimas que lamentar.
Don Carlos es el sostén de la familia, él trabaja en turismo, pero su contrato laboral se lo bajaron al 25% por culpa de la pandemia.
A raíz de esta situación, nos contó que se estaban tratando de acomodar y por eso hace poco comenzaron a vender comida, ya que su esposa es muy buena cocinera; sin embargo, hasta las ollas perdieron en el incendio.
"En el momento que comenzó el incendio no había nadie en la casa. Mi hija estaba con mi mamá, que vive a unos 70 metros, y la casa quedó sola unos diez minutos mientras recogíamos a la chiquita.
“Escuchamos que mucha gente gritaba, pero una prima me dijo que eran los chiquillos de la comunidad que estaban jugando, pero los gritos eran más, entonces salí de la casa de mi mamá y un muchacho me dijo: ‘se les está quemando la casa’”, recordó Carlos.
Él corrió hasta la vivienda, pero la sala ya se estaba incendiando, entonces no había forma de entrar, cuenta que los vecinos le dijeron que abriera para sacar lo que se pudiera.
“Las personas querían ayudarnos, pero preferí que no entráramos porque adentro había dos cilindros de gas y sabía que una desgracia podía ocurrir, incluso uno de estos explotó, era preferible perder todo a que alguien resultara herido o muriera”, comentó.
La familia se está refugiando en la casa de la mamá de Carlos.
Los bomberos no indicaron las causas de las llamas, aunque se presumen que se trató de un cortocircuito generado por una regleta que estaba sobrecargada.