En el marco del día internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer que se celebra este lunes 25 de noviembre, Costa Rica muestra unos datos que dan tristeza.
Una niña de apenas cuatro años fue la víctima más joven, en el 2020, de un femicidio y en el otro extremo, una mujer de 85 años fue la persona de mayor edad que perdió la vida por estos mismos hechos.
Así lo señala la Universidad Nacional en su programa UNA Mirada: Autopsia de un femicidio.
LEA MÁS: Condenan a hombre que intentó matar a novia que se negó a darle dinero en Guanacaste
De acuerdo con el Observatorio de Violencia de Género contra las Mujeres y Acceso a la Justicia del Poder Judicial, hasta el 13 de noviembre se registraban 70 muertes violentas de mujeres, de las cuales 21 habían sido calificadas como femicidios.
Por su parte el Informe Local de Análisis del Femicidio (ILAFEM) advierte que serían 28 femicidios en este año.
El número es alarmante y sigue preocupando las tentativas de femicidio que sufren muchas mujeres, según explicó Ana Hidalgo, de la Red Feminista contra la violencia hacia las mujeres, señala que por cada femicidio hay entre cinco y seis tentativas de femicidio.
“Tengo aquí los datos de cómo han aumentado las tentativas, entre el 2020 y el 2022, en el 2020 hubo 114 tentativas de femicidio, en el 2022 hubo 137, todavía faltan los datos del 2023 y 2024, pero hay una tendencia ha incrementarse”, expresó Hidalgo.
LEA MÁS: Vecinas salvaron a mujer que era asfixiada por su pareja
La asfixia por estrangulamiento ha sido la principal causa de muerte. Así ocurrió en siete de los 28 casos, mientras que los golpes y lesiones múltiples, así como las heridas ocasionadas con puñal registraron seis casos cada uno.
“La mujer no escapa de la violencia sin importar su condición”, manifestaba Hidalgo al momento de presentar estos datos. Reafirmaba, de esta manera, el hecho de que la violencia de género se puede perpetrar a cualquier edad, entorno o situación.
“En 15 de los 28 femicidios se identificaron actos de tortura. Una de las víctimas fue amarrada de pies y manos y lanzada en un río con un salveque lleno de piedras, mientras que otra fue golpeada en todo su cuerpo, lo que le provocó fracturas y laceraciones. Una más sufrió 24 heridas de machete propinadas por su femicida”, detalla ILAFEM.
Para Hidalgo, estas son manifestaciones de la premeditación, el odio y el ensañamiento. Lamentó que muchas veces al homicida se le castigue solo por el femicidio, sin considerar otros delitos como el abuso o las violaciones que también padeció la víctima.
La violencia alrededor de estos casos y sus características hacen que la directora del IEM, Fannella Giusti, se refiera a este tema como un “problema de salud pública”, donde se evidencia que “los casos van en aumento y también se incrementa el odio y la misoginia.