En 2021, el actor Alec Baldwin mató, involuntariamente, a la directora de fotografía durante el rodaje de Rust y ahora se anuló el juicio en su contra. Sin embargo, esta no es la única película marcada por la tragedia.
Un set de rodaje y grabación es un lugar seguro para los actores. Pero, hay veces que un descuido puede provocar la muerte de alguno de ellos.
El caso mediático más reciente fue el de la directora de fotografía, Halyna Hutchis, después de que el actor Alec Baldwin disparó un arma de fuego durante los trabajos del film Rust.
La semana anterior, Baldwin recibió buenas noticias, puesto que se anuló el juicio por homicidio involuntario que pesaba en su contra, por supresión de evidencias. Tras el fallo, el actor rompió en llanto, y abrazó a su esposa y sus hermanos, agradecido de no ir a prisión y haber demostrado su inocencia.
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A pesar de que el intérprete de 66 años topó con suerte y no tendrá que ir a la cárcel, han existido casos igual o más trágicos como, por ejemplo, el de Brandon Lee.
El hijo de Bruce Lee falleció a causa de una bala en el set de rodaje de la película El cuervo (The Crow). De acuerdo con el plan de filmación, la escena marcaba que un traficante de drogas disparaba al protagonista y este caía, para luego levantarse, pero esto no sucedió.
Según las investigaciones policiales, sí se cambiaron las balas de salva por relleno de cartón, pero un pedazo de proyectil metálico roto se quedó en el arma, y este fue el que impactó en el abdomen de Brandon. La película fue terminada por otro actor, ya que solo faltaban unos cuantos días para concluir el rodaje y, al final, llegó a las salas de cine a mediados de 1994.
Otro de los casos fue el del actor estadounidense Vic Morrow. Su muerte quedó grabada en una cinta de 35 mm.
El intérprete de la serie Combate falleció mientras filmaba Twilight Zone: the movie (Dimensión desconocida: La película) (1982) cuando un helicóptero cayó sobre él y los dos niños que cargaba como parte de la escena donde huían de una aldea vietnamita.
Al director John Landis (Un lobo americano en Londres y el videoclip Thriller) lo señalaron como responsable, porque fue quien había ordenado al piloto del helicóptero acercarse más para aparecer dentro del cuadro, a pesar de las explosiones de efectos especiales en el área, que finalmente, terminaron afectándolo.
El realizador y otros miembros del equipo fueron acusados de homicidio involuntario, pero resultaron absueltos después de un juicio que duró nueve meses.
Otro actor gringo, Jon-Erik Hexum, famoso por su papel protagónico en la serie Voyagers (Viajeros), murió mientras grababa una cinta.
En este caso, Hexum fue quien provocó su propia muerte, mientras grababa Cover up: Golden opportunity (1984), cuando comenzó a jugar con una pistola de utilería. El actor se colocó el arma --que en ese momento tenía una bala de salva-- en la cabeza, y apretó el gatillo. La bala salió con tal fuerza que le destrozó el cráneo y, aunque fue llevado al hospital, a los pocos días falleció.
En el cine mexicano también se han dado este tipo de tragedias; por ejemplo, en el año 2003, el actor Flavio Peniche rodaba la cinta de bajo presupuesto “Juana la alacrana” y disparó a su colega Antonio Velasco, ‘El Flaco’, en una escena de acción, justo como estaba en el guion, pero sin percatarse de que el arma de utilería, que nunca fue revisada, estaba cargada con balas reales.
Peniche fue detenido, mientras que el director del filme y el utilero (el encargado del arma) escaparon sin ser encontrados. ‘El Flaco’ murió y el actor quedó preso bajo el cargo de homicidio imprudente, pero al demostrarse que todo se había tratado de un accidente, pagaron más de 800 mil pesos para salir en libertad.