Anfitrión de las semifinales y de la final, Wembley será la última parada de una Eurocopa inusual, repartida entre once ciudades.
Ahora el foco está en el estadio de Londres, un lugar de leyenda desde el inicio del siglo XX, cuya fama va más allá del deporte.
Todo lo que falta de la Eurocopa se jugará en Wembley, tanto la semifinal entre Italia y España como la de Inglaterra ante Dinamarca y la final también.
Levantado en el marco de la Exposición del Imperio Británico de 1924-1925, en un lugar apreciado por los londinenses para practicar el “Beautiful game”, Wembley fue terminado en 1923.
La Federación Inglesa de Fútbol (FA) lo eligió para acoger la final de la FA Cup entre el Bolton y el West Ham.
Aunque el número oficial de espectadores aquel día fue de 127 mil, su capacidad máxima, se estima que más de 200 mil personas entraron en el estadio.
Este partido entró en la leyenda como “La final del caballo blanco”, por la presencia de la policía montada llamada a controlar a la multitud que había invadido el terreno de juego, provocando un retraso de 45 minutos en un partido que acabó ganando el Bolton por 2-0.
Salvado
Al final de la Exposición del Imperio Británico estaba prevista la destrucción del estadio, pero el hombre encargado de la demolición, Arthur Elvin, lo compró.
Sin fortuna personal --vendía tabaco en un kiosko durante la Exposición-- fundó una empresa de carreras de galgos que se celebraban en el estadio para financiar la compra.
Las finales de la Copa de Inglaterra continuaron disputándose allí, así como algunos partidos internacionales, aunque hubo que esperar al inicio de los años 50 para que se convirtiera en el estadio de referencia de la selección inglesa.
Los Juegos Olímpicos de 1948 y el Mundial de 1966, con su dramática final entre Inglaterra y Alemania Occidental (RFA), contribuyeron a su popularidad en todo el mundo.
Rugby o boxeo, carreras de motos y coches, fútbol americano o lucha libre, prácticamente todos los deportes tenían cabida en el recinto, cuyos signos distintivos eran dos columnas gemelas en la entrada principal, donde se encontraban los 39 escalones que conducían al palco real para recibir el trofeo o el premio de consolación.
Renacer
A pesar de las mejoras regulares, como la incorporación de una valla publicitaria eléctrica y de un techo de aluminio y cristal desde 1963, el coliseo terminó por no responder a las necesidades de su época.
La “catedral del fútbol”, como la denominó Pelé, quien lamenta no haber jugado nunca allí, cerró sus puertas en octubre de 2002 y su demolición comenzó en 2003.
El nuevo estadio, inaugurado en 2007, pertenece a la FA y puede recibir hasta a 90.000 espectadores, lo que lo convierte en el segundo más grande de Europa, por detrás del Camp Nou del FC Barcelona.
El "nuevo Wembley" es un círculo casi perfecto de 1 km de circunferencia, coronado por un arco de 133 metros de alto e inclinado 22 grados que le permite sostener la mayor parte del techo sin necesitar columnas interiores que impidan la vista.
Cuenta con un techo retráctil que no cierra completamente, pero pone a resguardo a todos los espectadores.
Conciertos
A partir de 1970, Wembley también se abrió a la música y a los megaconciertos, algunos de los cuales forman parte de la cultura popular.
El más famoso es sin duda el 'Live Aid' organizado por Bob Geldof y Midge Ure, el 13 de julio de 1985, para recaudar fondos contra el hambre en Etiopía y que tuvo lugar simultáneamente en Wembley y Filadelfia.
Sting, Phil Collins, U2, Dire Straits, Queen, David Bowie, Elton John y Paul McCartney, aparecieron por el escenario.
Un año más tarde pasó a la historia del estadio el concierto de Queen, inmortalizado en un álbum en directo y en video, así como el paso de Michael Jackson en julio de 1988, con el príncipe Carlos y la princesa Diana en el palco real.