El portero del Saprissa Kevin Briceño no se resistió mucho y cedió ante la ternura e insistencia del pequeño Sergio Mena por quedarse con sus guantes.
El pequeño aficionado del Monstruo llegó este martes en la mañana con muchas ganas al entrenamiento a puertas abiertas que realizó el equipo de Vladimir Quesada en el estadio Ricardo Saprissa, por lo que cuando los jugadores tibaseños empezaron a acercarse a la malla para firmar autógrafos y sacarse fotos con la gente, el niño no perdió el tiempo.
Sergio les pasó gritando a los futbolistas mientras realizaban sus ejercicios y los llamaba a todo galillo, por lo que cuanto estos lo volvían a ver saludaba con una gran sonrisa.
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Cuando Kevin se acercó empezó a pulsearle un recuerdo, los guantes. Al principio el guardameta no estaba muy convencido de hacerlo, pero era imposible negarse ante el deseo de un morado de corazón.
Sin duda, Mena se quedó con un recuerdazo que podrá conservar para toda la vida, y quien quita un quite estemos ante el futuro portero para la "S".