La misa y sepultura de los restos de la conocida y querida presentadora Inés Sánchez de Revuelta, fueron este domingo.
La celebración se realizó en la iglesia Don Bosco, en San José, y el sacerdote aseguró que se trata de una gran pérdida para los costarricenses, ya que muchos crecimos viendo su programa Teleclub.
El padre comentó, además, que doña Inés era una persona que se ganaba el cariño de los demás y confesó que recibió mensajes de otros sacerdotes de Centroamérica, para que por favor pusiera una flor sobre el ataúd de la conocida figura de la televisión.
Orgullosos
Los familiares y amigos de Sánchez estuvieron muy tranquilos y llenos de paz, aunque obviamente también muy dolidos por la pérdida de la señora de la televisión costarricense, quien era madre, amiga, abuela y consejera, entre muchas cosas más por las cuales será recordada.
Su hija mayor, Inés Revuelta, dio unas palabras en la misa, las cuales llenaron de fortaleza a sus familiares y allegados.
“Tu amor estará con nosotros por siempre, no se va quien no se olvida y no te olvidaremos”, expresó.
También dijo que su madre fue una defensora de la vida y de la libertad.
“Ser tus hijas, nietos y bisnietos nos llena de orgullo, esperamos que tus fuerzas nos acompañen en este tránsito de dolor y que intercedas junto a papi por nosotros, donde la luz y la mano de Dios nos llegarán a reunir algún día”, añadió.
Una bombera más
El Cuerpo de Bomberos estuvo presente en todo momento, pues doña Inés tenía ganado el corazón de esta institución e incluso fue nombrada bombera honoraria.
Rafael Ureña, capitán de la estación de Bomberos Metropolitana Sur, le contó a La Teja que siempre era un honor recibir a la presentadora.
“Vistió nuestro uniforme porque ella lo merecía”, aseguró Ureña.
El capitán expresó que doña Inés le deja buenos recuerdos ya que él la veía desde muy pequeño, añadió que los programas eran frescos y con un contenido muy enriquecedor.
“En tele y en persona era la misma, muy cariñosa, bondadosa y el amor con el que hacía las cosas la caracterizaba”, añadió.
Compañeros
Para despedir a este icono de la televisión costarricense, también se hicieron presentes quienes en su momento fueron compañeros de trabajo y ahora la recuerdan como una escuela.
Rodolfo Ramírez nos contó que trabajó con doña Inés por diez años, cuando ambos estaban en canal 2, detalló que era muy estricta con las cosas.
“Era muy perfeccionista con el programa, quería que todo saliera bien, de hecho siempre estaba 15 minutos antes de cada programa, haciendo un repaso de todo”, añadió.
Ramírez nos contó que él fue camarógrafo del programa Teleclub y agregó que siempre va a recordar con gran cariño a Sánchez ya que establecieron una amistad.
“Cuando murió una de mis hijas se unió mucho a mi familia, ella era más que una amiga, esa amistad siempre será recordada con gran cariño”, contó y afirmó que Inés era una persona muy carismática, amigable y muy respetuosa.