Unas 50 personas de varios países -altos prelados, magistrados, diplomáticos, responsables policiales- se reunieron en el Vaticano, en el marco de un "Debate Internacional sobre la Corrupción".
Este grupo trabaja en la elaboración de un documento conjunto que establezca los trabajos sucesivos y las futuras iniciativas, informó un comunicado.
"Entre estas últimas, hay que señalar por el momento la necesidad de profundizar, a nivel internacional y de la doctrina jurídica de la Iglesia, en lo relativo a la excomunión por corrupción y asociación mafiosa", subrayó.
Entre otras cuestiones, "el grupo señaló el problema de los narcos colombianos y mexicanos: necesitamos un 'decreto penal', un acto jurídico, formal, a escala nacional y mundial", declaró a La Stampa Michele Pennisi, arzobispo de Monreale, en Sicilia, y miembro del grupo de trabajo.
El diario La Repubblica afirmó por su parte que se trata de un "giro histórico" ya que pone en el mismo plano a corruptos y mafiosos, recordando que la excomunión es la pena más severa contemplada por la Iglesia católica contra sus miembros.
El papa Francisco ya excolmugó en junio de 2014 a la 'Ndrangheta', la poderosa mafia calabresa, durante una visita a esa región del sur de Italia.
Pero las relaciones entre la Iglesia y el crimen organizado han sido a menudo ambiguas: patronazgo de procesiones por mafiosos, vínculos o intentos de influir sobre algunos prelados, malversación de recursos de instituciones y obras caritativas, compra en el pasado de bienes inmuebles del Vaticano...
Obispos locales también habían excomulgado a mafiosos sicilianos o de Campania -la región de Nápoles-, pero la Iglesia sigue sin tener un documento jurídico de valor universal.
La decisión del Vaticano de contemplar la excomunión "es una señal muy importante", aseguró a La Stampa Federico Cafiero de Raho, fiscal general de Reggio di Calabria.
"La Iglesia tiene aquí un peso importante. Y distanciarse de la 'Ndrangheta' significa aislarla y eso es significativo", consideró.