Este martes se confirmó que Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, aterrizó en Taiwán, una acción que China criticó por su compleja relación con la isla y que reavivó las tensiones entre ambos países.
Pelosi, de 82 años, que es congresista desde 1987, es la primera presidenta de la Cámara que visita la isla asiática en más de 25 años. El último en hacerlo fue el republicano Newt Gingrich en 1997.
China reclama a Taiwán como parte de su territorio y ha dicho en muchas ocasiones que si declara la independencia la invadirá.
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No es la primera vez que Pelosi desafía a China. De hecho, parte de su carrera política se ha centrado en las tensas relaciones entre ese país y Estados Unidos.
En 1991, por ejemplo, conmemoró a las víctimas de las manifestaciones prodemocracia en China en 1989.Más recientemente, en 2019, expresó su apoyo a favor de las protestas a favor de la democracia en Hong Kong.
El cargo de Pelosi es considerado el tercero más importante en Estados Unidos, solo por detrás del presidente y la vicepresidenta, por lo que las autoridades chinas afirman que su visita a Taiwán es solo una provocación.
”Estados Unidos cargará con la responsabilidad y pagará el precio por socavar la soberanía y la seguridad de China”, indicó a la prensa una portavoz de la diplomacia china, Hua Chunying.
El ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, afirmó que “el abuso de confianza de Estados Unidos sobre la cuestión de Taiwán es despreciable”, en unos comentarios publicados el martes en la web del ministerio en los que no se mencionaba a Pelosi.
Durante una conferencia de prensa en julio, la presidenta a la Cámara dijo que es “importante que demostremos nuestro apoyo a Taiwán”.
Subrayó que “la solidaridad de Estados Unidos con Taiwán es más importante hoy que nunca”, no solo por los 23 millones de habitantes de la isla, sino también para “los otros millones de oprimidos” que hay en China.
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