“¡Tú decides, en tu casa o en esta caja!”, es la frase que se lee en cuatro ataúdes colocados en las calles del municipio guatemalteco de Escuintla, en un intento desesperado de las autoridades locales por frenar la pandemia del coronavirus.
Con los féretros de madera, la alcaldía de esta ciudad del sur de Guatemala busca convencer a sus habitantes de que tomen medidas para reducir los contagios de covid-19. Ese municipio, de 170 mil habitantes, suma 1.408 casos y 60 fallecidos.
“Queremos hacer conciencia en la población que este virus es demasiado contagioso y que contrae problemas de salud muy graves”, dijo Abraham Rivera, alcalde de esta ciudad.
Rivera comentó que la campaña surgió como un llamado a la reflexión al notar que muchos pobladores salen a las calles, algunos en grupos familiares y muchos sin acatar las medidas sanitarias, como el uso de mascarilla y el distanciamiento social.
Muchos habitantes de Escuintla no puede optar por el confinamiento debido a su precaria situación económica.
María Fuentes, una vecina del lugar, contó que necesita salir para buscar el sustento diario.
“Aquí la gente no se está cuidando, hay gente sin mascarilla. Los que no cumplan con eso se van a morir”, sentenció la mujer cerca de uno de los féretros, ubicado en una de los ingresos principales del municipio.
El alcalde Rivera agregó que otra de las principales preocupaciones es que, al obviar las medidas, los pobladores regresen a sus viviendas y contagien a personas vulnerables, como ancianos y personas con otros problemas de salud.
Para frenar la pandemia, el gobierno guatemalteco mantiene vigente desde marzo un toque de queda parcial que va de la tarde a la madrugada del día siguiente, aunque algunos fines de semana el encierro es total para evitar contagios.
Además, mantiene cerrados los centros comerciales, iglesias y otros sitios de afluencia masiva, una medida que ha golpeado una economía ya desde antes precaria.
Guatemala, con casi 17 millones de habitantes, acumula 40.229 casos de covid-19, entre ellos 1.531 muertos y 26.685 recuperados, mientras persiste la lluvia de críticas al presidente, Alejandro Giammattei, por el manejo de la crisis y quejas por la saturación de algunos hospitales, así como la falta de pago y equipo para el personal sanitario.