Tras la muerte del papa Francisco este lunes 21 de abril, a los 88 años, ha dejado con preguntas a los fieles católicos sobre la figura que queda a cargo del Vaticano.
Recordemos que durante su papado, iniciado en marzo de 2013, Francisco impulsó importantes reformas en la Iglesia, desde una mayor apertura hacia la comunidad LGBTTTIQA+, hasta el impulso del diálogo interreligioso y el reconocimiento del rol de las mujeres dentro del ámbito eclesial. Su liderazgo dejó una huella profunda en la historia moderna del catolicismo.
Con su fallecimiento, el Vaticano entra oficialmente en período de sede vacante, una etapa que se activa automáticamente cada vez que muere un papa.
¿Quién queda a cargo de la Iglesia mientras se elige a su sucesor?
La respuesta está en una figura canónica: el camarlengo, un cargo que, en este caso, recae sobre el cardenal estadounidense Kevin Farrell. Designado por el propio papa Francisco, Farrell tiene la responsabilidad de administrar los asuntos del Vaticano hasta que se celebre el próximo cónclave y se elija a un nuevo pontífice.
Entre las funciones clave del camarlengo se encuentran:
- Confirmar oficialmente la muerte del papa junto a un médico.
- Redactar el acta de defunción.
- Sellar sus aposentos en la Casa de Santa Marta.
- Asegurar y custodiar los documentos y efectos personales del pontífice fallecido.
- Destruir el anillo del pescador, símbolo papal utilizado para autenticar documentos, evitando cualquier uso indebido.
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Mientras tanto, el Colegio de Cardenales se prepara para convocar el cónclave que designará al próximo líder de la Iglesia Católica. En estos días, la atención mundial se centra nuevamente en el Vaticano, esperando saber quién continuará el legado de Francisco.
Según reporta El Debate, medio español que ha seguido de cerca la cobertura, Kevin Farrell será la figura clave durante esta transición histórica.