Un joven de 18 años murió en Bélgica a causa de una insuficiencia respiratoria atribuida al vaporizado y a una mezcla de productos nocivos en un cigarrillo electrónico, lo que es una novedad en ese país.

“La conexión con el cigarrillo electrónico está establecida. No hay en este paciente ninguna otra explicación para una neumonía tan grave”, declaró la ministra de Sanidad, Maggie De Block, en el Parlamento belga.

La funcionaria respondía a las preguntas de los diputados tras la revelación en varios medios de comunicación del fallecimiento reciente de Raphaël, un vecino de Bruselas que fumó un cigarrillo electrónico con un derivado de cannabis.

Los primeros indicios apuntan al cannabidiol, una molécula no psicoactiva y con sedantes, la cual es legal, pero que puede vendarse en el mercado negro mezclada con productos nocivos.

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Las sospechas también están investigando una la mezcla con el acetato de vitamina E, que ya provocó muertes en Estados Unidos.

“La investigación debe continuar para establecer las circunstancias precisas del fallecimiento de Raphaël”, subrayó De Block.

Según el padre, citado en los medios belgas, a mediados de setiembre su hijo probó el cannabidiol mediante vapeo con su hermano y su madre. “Pero ellos no tienen nada”, aclaró.

Dos semanas después se le diagnosticó una bronquitis que se agravó. El 10 de octubre sus pulmones dejaron de funcionar y se le indujo entonces un coma artificial hasta su muerte el 6 de noviembre.

En un informe publicado en julio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que los cigarrillos electrónicos eran nocivos y que no podían aconsejarse como un método para dejar el tabaco.

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Costa Rica les hace la cruz

Aunque la muerte de ese joven parece lejana, el tema está muy presente en Costa Rica. De hecho, el Ministerio de Salud emitió una alerta sanitaria en la que le recomienda a los ticos no usar vaporizadores ni cigarros electrónicos

Estos dispositivos usados en su mayoría por exfumadores, están relacionados con el brote de un síndrome pulmonar en Estados Unidos, donde ya han provocado 37 muertos y 1.888 personas han tenido que ser atendidas, esto al 29 de octubre de este año.

También se han comprobado los riesgos que implican para la salud estos dispositivos: dificultad para respirar, irritación de garganta y boca, tos seca, desarrollo de síntomas respiratorios, aumento de enfermedades respiratorias severas, reducción de la función inmune pulmonar, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, dolor de pecho, aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial, insuficiencia renal, niveles bajos de sodio, síntomas gastrointestinales, entre otros.