Un hueco del tamaño del cráter del volcán Poás es el que tendrá el ICE este año en sus finanzas, esto luego de anunciar que trasladará la inversión hecha hasta el momento en el proyecto hidroeléctrico Diquís, en Buenos Aires de Puntarenas, a sus gastos.
Las pérdidas de la institución en el 2018 se calculan en ¢314.000 millones por el subonazo en el tipo de cambio del dólar y al asumir el gasto de dicha inversión en la zona Sur.
Según anunció su presidenta ejecutiva este viernes, Irene Cañas, se tomó la decisión de cerrar dicho megaproyecto al analizar la demanda energética de nuestro país en los últimos años y la capacidad de producción que tenemos y comprobar que la segunda casi que duplica a la primera, por lo que no se necesita crear otra planta. En dos platos estamos generando más energía de la que consumimos.
“La demanda máxima se ha mantenido por muchos años en 1,600 megawatts y actualmente tenemos una capacidad instalada de 3,500 megawatts”, indicó la jerarca.
Cañas achaca la disminución en la demanda eléctrica a que ahora más personas cocinan con gas y a la consciencia que ha adquirido el tico en materia de ahorro energético.
Por su parte, Jesús Orozco, gerente corporativo de finanzas del ICE, informó que el Grupo ICE proyecta para este año 22% de pérdidas que representaría unos ¢314.000 millones. De ese monto, únicamente por el aumentazo en el precio del dólar hay contemplados ¢144.000 millones.
La empresa estatal canceló ¢177.780 millones de intereses y comisiones de sus créditos y bonos de deuda en 2017. Eso es 87% más frente a los ¢95.111 millones pagados en el 2014.
ICE rompió el silencio
Los anuncios del ICE llegaron luego de años sin realizarse una conferencia de prensa alguna sobre rendición de cuentas y transparencia. Cañas aseguró que durante su paso en el Instituto se seguirán realizando actualizaciones públicas de la situación del Instituto.
"Que los números están en rojo, sí, están en rojo y tomaremos medidas rápidas para sanear las finanzas,”, declaró la jerarca.
Cañas también aclaró que dicha decisión no impactará las tarifas, pero también aseguró que hay un reto tarifario, tanto en telecomunicaciones como en electricidad porque el actual es obsoleto y no refleja el costo real de generar energía.
Ahí es donde se nos hace un cortocircuito porque por un lado dice que no se afectarán las tarifas y por otro que son obsoletas.
Los voceros del ICE explicaron que con la cancelación de Diquís, la suspensión temporal de otras plantas térmicas y el cierre de instalaciones ineficientes se reducirá el nivel de endeudamiento y abre una ventana de tiempo mientras se sanean las finanzas de la empresa.
Cañas anunció que Cablevisión será absorbida por la gerencia corporativa de Telecomunicaciones para optimizar sus negocios.
Telefonía fija es un lastre
Cañas explicó también que la telefonía fija, a como existe actualmente, significa un lastre para las finanzas del Grupo ICE y por eso corren para pasar a fibra óptica y que los costos sean menores.
Los negocios que siguen siendo la minita de oro son la telefonía móvil (celulares) y los datos de Internet.
En el mismo sentido de sanear las finanzas, el ICE redujo su planilla en 1.713 empleados entre el 2014 y este año, mediante al programa de movilidad voluntaria, que es cuando la empresa le ofrece al empleado sin perder beneficios.
Además, en junio se presentaron casi 400 solicitudes de pensión anticipada, debido a la resolución de la Sala Constitucional de reducir el tope de la cesantía de 20 a 12 años en la institución.