Las cirugías estéticas, como cualquier otra operación, tienen su riesgo, pero la muerte de Johanna Méndez (3 de noviembre) después de una liposucción y las complicaciones de salud de otras como la expresentadora Lynda Díaz, la periodista Maricruz Leiva y la exmiss Costa Rica gay Gaby Sanabria, pusieron el tema en el foco de discusión.
El Colegio de Médicos ha confesado que casi no puede hacer nada porque las personas no ponen la denuncia o la retiran antes de que termine el proceso porque llegaron a un acuerdo económico con los doctores o porque estos terminan cambiándose de clínica y no pueden darles seguimiento.
En el caso de Maricruz Leiva, quien todavía permanece internada en el hospital San Juan de Dios, donde su vida ha estado a punto de apagarse por las lesiones sufridas durante un procedimiento estético.
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Tanto así que el pasado 24 de setiembre el OIJ allanó cinco locales por la investigación que se sigue por una presunta mala praxis y lesiones culposas en la cirugía que se le practicó el 27 de agosto para quitarle unos rollitos de la espalda y los brazos.
Los allanamientos realizados fueron en la clínica Splendor, en Los Yoses; en la estética Ambrosia, en el Mall San Pedro; en el Laboratorio San José, en Santa Ana; un consultorio dentro de la Clínica Bíblica, y en la clínica Thuel, en Rohrmoser.
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