Luisito Rey, el papá del cantante Luis Miguel, podría estar pagando los platos rotos por broncas de algunos ticos en las que él no tuvo absolutamente nada que ver.
Hay personas, especialmente ahora por la famosa serie del Sol de México en Netflix, que dicen que el hombre fue bastante malo, incluso ya hay gente haciendo piñatas para arrearle. Sin embargo, según un par de psicólogas, las personas que hacen eso probablemente no le estén pegando a Luisito, sino a algún trauma del pasado que ven reflejado en el personaje o lo hacen para liberar agresividad que tienen reprimida.
“Lo que hay que analizar es qué puede estar provocando la imagen de este personaje (Luisito Rey) en estas personas que mandaron a hacer esta piñata. Por ejemplo, hay que identificar a quién están agrediendo ellas, si es a Luisito rey o a quién, porque puede ser que haya una identificación muy fuerte con algo del pasado de ellas y por eso le guarden tanto rencor", explicó la psicóloga Marielos Mora.
Para que entienda a qué se debe el tema, este viernes publicamos la historia de un grupo de amigas que mandaron a hacer una piñata de Luisito Rey para arrearle en una fiesta que están planeando.
Ante esto, varias personas preguntaron, en la publicación de la nota en el Facebook de La Teja, que si no hacían piñatas de otros personajes del ámbito nacional para también arrearles. Aunque la mayoría prefería la del papá del cantante azteca.
Por eso fue que contactamos a dos psicólogas, a ver si el hecho de sonarse una piñata realmente le da a una persona algún tipo de desahogo, pero resulta que ese comportamiento podría tener mucha tela que cortar.
Pararrayos
Las piñatas, aunque usted no lo crea, podrían ser como una especie de pararrayos en casos de violencia, aunque realmente no es el método más adecuado.
Se lo explicamos en sencillo. Por ejemplo, si hay una persona que es agresiva, una piñata le podría servir para descargar toda esa ira y así evitar que le pegue a una persona.
Sin embargo, los psicólogos recomiendan que a ese tipo de personas se les de un abordaje distinto, pues la intención de ellos es eliminar por completo la agresividad y no simplemente desviarla hacia algún objeto.
“Al final es mejor eso (arrearle a una piñata) que golpear a una persona, pero tampoco es lo más recomendable porque hay otras técnicas”, explicó la también psicóloga Marielos Hernández.
Pero, ¿cómo hacer para que alguien violento no la agarre contra la primera persona que se tope o que alguien desahogue viejos problemas en otros?
Pues hay varias opciones y aunque una piñata, un saco de boxeo o un muñeco con la foto del jefe, o de Luisito Rey, en algo puedan ayudar, la forma más efectiva es gracias al arte.
Según las dos profesionales, la mejor forma de controlar esos impulsos es poniendo a una persona a dibujar, a escuchar música, bailar o hasta a hacer algún tipo de escultura.
“También es una manera de tramitar el enojo o la frustración, pero lo recomendable es que pudieran hablarlo (con un psicólogo), pero si no hay recursos la idea es que con la escritura, la lectura, la música o coger una pelota de baloncesto y tirarla contra el marco para desatar esa furia”, comentó Mora.
El primer Luisito
Aunque la piñata desató las risas de muchos, algo similar se ha dado desde hace muchos años con el mismísimo judas, quien fue el primero en ser utilizado para descargar furias.
“Hace años (se sigue haciendo) se hacía con el famoso Judas (lo queman), eso era una manera en que la comunidad católica desviaba su enojo ante la muerte de Jesús, pero volvemos a lo mismo, eso redundaba a veces en problemas porque salía gente quemada o se hacían pleitos”, añadió Mora.
Lo más curioso es que esa práctica ya se trasladó a la actualidad y a otras culturas, puesto que en países asiáticos ponen una oficina con un muñeco, que vendría a ser el “jefe”, para que los empleados, cuando tengan cólera, entren ahí a desquitarse con el hombre.
“Eso es una forma como de terapia laboral. En lugar de agarrar al jefe a patadas, lo hacen con muñecos”, fianlizó la psicóloga.