Las personas que conocieron al francés Sacha Mirc, de 38 años, aún están con la boca abierta luego de que fuera detenido como sospechoso de intentar secuestrar a un bebé en Pozos de Santa Ana porque aseguran que era visto como un empresario exitoso, con una vida muy decente.
El europeo es bastante conocido en la comunidad de playa Brasilito, en Santa Cruz de Guanacaste, pues ahí es donde solía hacer sus negocios como desarrollador de proyectos, es decir, compraba terrenos para construir lujosas casas y luego venderlas.
Así nos lo contó un hombre al que llamaremos “Carlos” por temas de confidencialidad, quien conoció a Mirc hace más de 10 años luego de que se reunieron para hacer negocios.
“Nos conocimos por ahí del 2006 y 2007, él llegó y me compró un terreno que yo tenía en playa Brasilito, en ese entonces se lo vendí como en $150.000 (más de ¢86 millones)”, recordó.
El francés junto a una nicaragüense de apellido Oporta simularon un retén policial e hicieron señas a un conductor que viajaba con su hijo, para que detuviera el carro. Los sospechosos, le habrían pedido al chofer los documentos de identificación y luego le rociaron gas pimienta, para sacar al pequeño del vehículo.
El padre del menor le dio persecución a los imputados y logró recuperar a su hijo, de acuerdo con la investigación preliminar. Oporta y Mirc fueron detenidos y puestos a las órdenes de la Fiscalía.
Sorpresón
Carlos dijo que para él fue una sorpresa tremenda ver la cara del francés en todos los noticieros y periódicos del país porque nunca sospechó que anduviera en negocios oscuros.
El hombre dijo que lo más extraño de todo es que hasta donde sabe Mirc no tenía necesidad de andar secuestrando niños, ya que en los negocios no le iba nada mal porque, incluso, este mismo año vendió una de las casas que construyó en la propiedad que era de Carlos por $175.000 (más de ¢100 millones).
“¿Cómo alguien que recibió esa plata de pronto aparece cometiendo ilícitos de este tipo? No lo entiendo. Uno en su negocio va reconociendo quien es un maleante y quien no, este tipo no era”, añadió.
Sin rumores
Carlos dijo que en todo el tiempo que tiene Mirc de hacer negocios en esa zona nunca se escuchó algún rumor o chisme de que él anduviera en malos pasos, por eso, es que la noticia del supuesto secuestro del bebé fue como un baldazo de agua fría.
“Aquí todo mundo sabe que anda haciendo todo mundo, aquí si alguien anda con pintas o con gente cuestionada todo mundo lo sabe”, destacó.
Otra de las cosas que siempre le llamó la atención a Carlos sobre el francés es que aunque a este le iba muy bien en los negocios nunca lo vio como una persona rajona o que anduviera montado en un buen chuzo.
“No tenía los símbolos de estatus propios que se ven en Tiquicia, andaba en un carro simple, él decía que prefería andar en un pick up de cuatro mil dólares y el resto de la plata usarla para su negocio, era un hombre de negocios que no gastaba en símbolos de apariencia”, recordó.
Carlos dijo que realmente no sabe si Mirc tenía algún problema económico, algo que le parecería extraño porque años atrás vendió varias casas de otro proyecto que desarrolló.
El hombre dijo que tiene varios años de no toparse con el europeo, pero lo último que ha escuchado es que hasta mediados de este año Mirc estaba viviendo en un condominio en playa Potrero, donde era muy conocido.
Empresa borrada
Según trascendió, el extranjero hacía todos los negocios por medio de su empresa de nombre “Mirc Developments”, incluso, en su perfil de Facebook hay una publicación del mes de marzo en donde ofrece un chozón por $175.000 en playa Brasilito, en apariencia esta es la casa que Carlos dijo que el hombre vendió recientemente.
Ya no queda rastro alguno de esta empresa, pues el perfil de Facebook y la página web fueron eliminadas del todo.
"El hombre que dice dedicarse a desarrollos inmobiliarios, no es miembro y no tiene vínculo con la cámara”, aclaró la Cámara Costarricense de Corredores de Bienes Raíces.