Un tribunal dominicano determinó, el jueves por la madrugada, que los hermanos propietarios de la discoteca Jet Set, que colapsó hace dos meses y dejó 235 muertos, encararán en libertad su juicio por homicidio involuntario, situación que indignó a la Fiscalía.
LEA MÁS: ¿Recuerda la torera improvisada que casi pierde el pie en Zapote? Su historia dio un giro inesperado
La tragedia ocurrió la madrugada del 8 de abril y entre las víctimas estaban el cantante Rubby Pérez y la costarricense Karla Sánchez Solórzano, de 41 años, y su esposo dominicano Pedro Cepeda.
La Fiscalía pedía prisión preventiva para Antonio Espaillat -dueño y gerente del club Jet Set- y arresto domiciliario para su hermana Maribel, que hacía de administradora.
Ambos fueron detenidos el jueves pasado.
“La jueza Fátima Veloz determinó que ambos pagarán una fianza de 50 millones de pesos, casi 426 millones de colones, no podrán salir del país y tendrán la obligación de una presentación periódica ante un tribunal”, explicó el abogado defensor Miguel Valerio tras salir de la audiencia en la madrugada.
“Si la verdad al final determina que tenemos responsabilidades penales, pues asumiremos”, añadió.
LEA MÁS: Hombre desapareció cuando iba camino al trabajo
El techo del Jet Set colapsó durante el concierto del popular cantante de merengue Rubby Pérez.
El Ministerio Público -que insiste en que los imputados “alteraron de manera significativa” la estructura- apelará la decisión de la jueza Veloz.
“El tribunal no ha valorado en su justa dimensión los hechos”, dijo Wilson Camacho, por el Ministerio Público.
Añadió: “No valoró correctamente la magnitud del daño que ha traído para la sociedad dominicana estos hechos. Es que esta decisión se burla de las víctimas”.
La fiscalía denuncia una “operación negligente” en Jet Set y enumeró “fallas estructurales” en el edificio.
Según el Ministerio Público, los hermanos Espaillat intimidaron a empleados para que no aportaran pruebas en el caso.
Los parientes de las víctimas presentaron por su parte un centenar de demandas civiles contra esta poderosa familia, que tiene además un conglomerado de medios y restaurantes.
El cargo de homicidio involuntario conlleva una pena de tres meses a dos años de cárcel.
Karla era oriunda de Desamparados de Alajuela; sin embargo, vivía en suelo tico y en Nueva York, ella estaba casada con Cepeda, quien era piloto de aviación.
La pareja visitaba el país de origen de Cepeda cuando ocurrió la desgracia, el marido murió en el momento de la tragedia; Karla falleció la tarde del sábado 12 de abril, luego de luchar cuatro días por la vida en el hospital Marcelino Vélez Santana, en Santo Domingo, donde entró en coma.