El distrito de Cangrejal de Acosta, en San José, fue escenario de un verdadero milagro este domingo, pues dos jóvenes fueron rescatados con vida luego de que el carro en el que viajaban cayó por un guindo hasta estrellarse en el cauce de un río.
En ese gran milagro participaron dos inesperados “ángeles”, que fueron quienes encontraron a los muchachos aproximadamente seis horas después de que ocurrió el accidente. De no ser por ellos no se sabe cuánto tiempo más habrían pasado los muchachos en ese lugar.
Uno de los sobrevivientes es Juan Pablo Mora Sánchez, de 22 años, quien es vecino de ese mismo cantón josefino. Él era quien conducía el carro en el que también viajaba un amigo suyo, apellidado Castro.
Don Víctor Mora, papá de Juan Pablo, conversó con La Teja sobre lo sucedido y fue él quien contó cómo los dos “ángeles” fueron de vital importancia para que su hijo escapara de las garras de la muerte.
“Los encontraron dos pescadores, ellos fueron quienes los encontraron la mañana del domingo. Mi hijo y el amigo pasaron casi toda la madrugada en vilo ahí, gracias a Dios aparecieron esos dos señores que iban a pescar y fueron ellos quienes dieron aviso a las autoridades”, contó Mora.
Terrible caída
De acuerdo con la versión que maneja la familia de Juan Pablo, el accidente habría ocurrido a eso de las 11:30 p. m. del pasado sábado 26 de abril en el sector conocido como el Soslayo de Cangrejal, sobre la ruta nacional 301.
Don Víctor explicó que el aparatoso accidente se dio cuando su hijo y el amigo de este regresaban de la localidad de Zoncuano, en el distrito de Sabanillas de Acosta, donde Juan Pablo había participado en un evento como Dj.
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“Él trabajaba en un ebáis que estaban haciendo por aquí, pero también es Dj, y como ya había salido del trabajo se fue para allá a realizar un evento y ya cuando venían de regreso, como a las 11:30 p. m. del sábado, se fueron al precipicio y ahí pasaron hasta ayer (domingo) que los encontraron”, explicó Mora.
Según el reporte brindado por las autoridades, el Mitsubishi Montero conducido por Juan Pablo se salió de la carretera y cayó por un precipicio por aproximadamente 200 metros, hasta que se estrelló contra unas enormes piedras en el cauce del río Candelaria.
Ángeles aparecieron
El primer milagro se dio cuando ambos amigos sobrevivieron a la violenta caída, sin embargo, su destino aún estaba en el aire, pues el lugar donde cayó el carro no se podía ver con facilidad desde la parte alta del alta, por lo que otros conductores podían pasar por ahí sin percatarse de lo sucedido.
Dayana Mora, hermana del Juan Pablo, contó que el segundo milagro ocurrió a eso de las 5 a. m. del domingo, cuando por cosas del destino dos pescadores decidieron pasar por ese río mientras se dirigían hacia su destino.
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“Ellos iban justamente pasando a la par, estaban cruzando el río, porque desde arriba no se alcanzaba a ver el carro, si uno llega a la parte alta no alcanza a ver nada”, comentó Dayana.
Esos dos hombres fueron quienes dieron aviso a las autoridades y en cuestión de pocos minutos personal de la Cruz Roja se presentó al sitio para rescatar a los heridos.
“A las 6:48 a. m., se inició con la extracción y rescate del primer paciente, posteriormente con el segundo, ambos son hombres adultos, quienes se valoraron y se trasladaron en una condición crítica al Hospital San Juan de Dios”, informó la Benemérita este domingo.
Muy golpeado
En cuanto a la condición actual de Juan Pablo, su papá contó que el muchacho sigue internado en el hospital San Juan de Dios, pues sufrió muchos golpes de consideración, mientras que a su amigo, al parecer, ya le habrían dado la salida.
“El otro muchacho gracias a Dios ya ayer salió bien del hospital, mi hijo sí está un poco más complicado, porque tiene varias quebraduras y ahorita lo tienen intubado, porque aún tienen que hacerle otros exámenes”, explica el señor.
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Para Dayana lo que ocurrió en ese precipicio fue un gran milagro, pues al ver las fotos y videos de cómo quedó el carro cuesta explicar cómo fue que salieron con vida de ahí.
“Realmente ocurrió un milagro, porque los dos salieron vivos de ahí, es una segunda oportunidad de vida que Dios les dio”, agregó Mora.
La familia de Juan Pablo debe visitarlo muy a menudo en el hospital, por lo que deben estar viajando desde Acosta, además de otros gastos que conlleva la visita. Si usted desea echarles el hombro puede hacerlo por medio de Sinpe Móvil al número 8667-7485, a nombre de Dayana Mora.