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(Video) Préstamos informales: el salva tandas de muchos y la puerta al infierno para otros

Según datos del OIJ, 57 personas denunciaron ser extorsionadas en este tipo de negocios en el 2017

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Ziad AKL fue detenido en el aeropuerto Juan Santamaría cuando intentaba huir del país. Foto: MSP. (MSP)

La necesidad urgente de pagar el alquiler de la casa, el recibo de la luz o el agua, o saldar una cuenta lleva a muchas personas a buscar dinero rápido y fácil. Es ahí donde los préstamos informales o gota a gota se convierten en una opción atractiva que en algunas situaciones podría desencadenar un verdadero calvario.

Uno de los casos que demuestra lo peligroso que es meterse en una jarana de estas es el del chofer de Uber Jeison Quesada Murillo, quien habría sido asesinado por deberle plata a un prestamista.

El cuerpo del joven de 23 años, fue hallado el martes 9 de octubre en San Rafael de Naranjo, Alajuela, junto al carro que usaba para trabajar.

Pablo Calvo, jefe regional del Organismo de investigación Judicial (OIJ) de San Ramón, contó que, al parecer, el joven y la novia estaban recibiendo amenazas de muerte desde hacía dos meses por una plata que le debía Quesada a un prestamista que ahora tratan de localizar.

Otro caso muy sonado fue el del libanés Ziad Akl, quien se dedicaba al préstamo de dinero a taxistas piratas en Guachipelín de Escazú. Él fue condenado a 23 años de cárcel al aceptar los cargos por los delitos de tentativa de homicidio, extorsión, lesiones graves, privación de libertad, asociación ilícita y robo agravado.

La investigación en su contra determinó que cuando los piratas no podían pagar la cuota mensual, por el exceso de intereses, eran amenazados, privados de su libertad y golpeados.

El cuerpo de Jeison Quesada fue hallado el martes 9 de octubre en San Rafael de Naranjo. Foto: Cortesía para La Teja. (Cortesía de Pegando Porte)

Joaquín Sánchez, jefe de la sección de delitos varios del OIJ, detalló que las extorsiones por este tipo de delitos tuvieron un pico muy alto el año pasado.

Según datos de la Policía Judicial, en el 2014 se registraron ocho casos de amenazas por deudas por préstamos informales; en el 2015 nueve, en el 2016 trece, en el 2017 cincuenta y siete, y en lo va del 2018 llevan dieciséis.

Y estos fueron los casos denunciados, solo Dios sabrá cuantos son en realidad.

Préstamos no son tan altos

Sánchez dice que en la mayoría de casos que ellos han investigado, los préstamos son por montos bajos.

“Lo común son montos que pueden ir desde los 200 mil colones, hasta el millón y medio o dos millones de colones. Estos prestamos informales mayoritariamente se dan cuando la gente ocupa dinero ya y no pueden esperar a que esté listo un trámite en un banco, por ejemplo.

Eventualmente ha habido prestamos que hemos investigado de 5 o 6 millones de colones, pero han sido mínimos”, explicó.

El especialista asegura que los prestamistas se valen de muchas maneras para ofrecer la plata, entre sus tácticas está el anunciarse en redes sociales y también ponen papeles con sus datos en los postes de luz, y en pizarras de comercios para que los interesados los contacten.

Si va a hacer un préstamo infórmese bien sobre las condiciones

Una vez que las partes se reúnen, por lo general, llegan a un acuerdo verbal, pocas veces hacen un contrato en papel que especifique las condiciones del préstamo. Luego de que el cliente obtiene la plata se siente tranquilo porque pudo cancelar su urgencia, pero después empiezan los problemas.

“Los prestamos gota a gota quieren decir que el deudor va ir abonando a poquitos. Normalmente son pagos semanales o hasta diarios, por eso se les llama así. Esos pagos normalmente son de intereses, no siempre se inicia abonando al monto principal.

“En un principio las personas creen que pueden pagar semanalmente 75 mil colones, por ejemplo, pero cuando pasa el tiempo, tienen alguna emergencia y usan el dinero del pago para otra cosa, ahí es donde empiezan los problemas de atrasos.

“Hay también situaciones en las que el prestamista le dice al deudor, ‘bueno, a partir de ahora la cuota sube de 75 mil colones a 85 mil’. Y eso causa que la gente se empiece a atrasar porque no puede hacer frente a las nuevas condiciones”, explicó Sánchez.

Amenazas directas

El jefe policial detalló que cuando los deudores no pueden hacer frente a los pagos empiezan a recibir amenazas directas de agresiones o de muerte, ya sea personalmente o por teléfono. Normalmente lo hace el mismo prestamista, pero hay casos en los que ellos contratan personas para que hagan el trabajo sucio.

En muchas ocasiones los deudores han sido hostigados, perseguidos y golpeados para obligarlos a cancelar la deuda, por lo que el dinero que en un principio les permitió respirar se convierte en su mayor tortura.

Por el caso de AKL la policía detuvo también a dos cobradores en Belén y San Antonio de Escazú. Foto: Grupo Nación. (Cortesía OIJ)

Sobre el cómo los prestamistas consiguen la plata para trabajar, Sánchez dice que hay tres maneras: una es que se trata de comerciantes que logran acumular cierta cantidad de ganancias y con ellas ofrecen la dinero.

Otros obtienen la plata por medio de negocios ilícitos, como por ejemplo la venta de drogas, en ese caso a los narcos les sirve colocar los préstamos para lavar el dinero mal habido.

La tercera manera de conseguir el dinero es que los prestamistas piden dinero a los bancos y le van dando vuelta a esa plata.

Las autoridades dicen que sea cual sea la necesidad económica que tenga la gente, siempre es necesario ser cuidadoso a la hora buscar recursos económicos, ya que una mala decisión podría llevarlo a la muerte.

Rocío Sandí

Rocío Sandí

Licenciada en Comunicación de Mercadeo de la Universidad Americana; Periodista de la Universidad Internacional de las Américas, con experiencia en Sucesos, Judiciales y Nacionales. Antes trabajó en La Nación y ADN Radio.

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