El nombre de David Pearce, productor de Hollywood de 42 años, vuelve a ser noticia, pero esta vez por una razón aterradora. Un tribunal de Los Ángeles lo condenó a 146 años de prisión a cadena perpetua por la muerte de Christy Giles, modelo de 24 años, y Hilda Cabrales-Arzola, de 26 años.
Según People en Español, ambas jóvenes perdieron la vida tras ser drogadas con fentanilo y GHB en un apartamento del productor, luego de haberlo conocido en una fiesta nocturna en 2021.
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Según la fiscalía, Pearce no solo fue responsable de estas muertes, sino también de violar y agredir sexualmente a siete mujeres entre 2007 y 2021. El caso estremeció a la industria del entretenimiento en California y fue descrito por las autoridades como “uno de los episodios más oscuros del Hollywood moderno”.
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Una noche que terminó en tragedia
De acuerdo con el relato judicial, Christy y Hilda conocieron al productor durante una fiesta en el este de Los Ángeles y, poco después, aceptaron acompañarlo a su apartamento en Beverly Hills. Allí, el hombre les suministró drogas potentes, incluyendo fentanilo, ketamina y GHB, supuestamente para facilitar las agresiones sexuales.
Apenas media hora después de llegar al lugar, Cabrales-Arzola intentó pedir un transporte para irse, pero nunca logró subir al vehículo.
Horas más tarde, Pearce y su compañero de cuarto, el actor Brandt Osborn, abandonaron a las dos mujeres inconscientes frente a distintos hospitales. Christy Giles fue hallada sin vida fuera de un centro médico en Culver City, mientras que Hilda Cabrales-Arzola murió días después en el Centro Médico Kaiser Permanente West Los Ángeles por un fallo multiorgánico provocado por varias sustancias.
Un patrón de abusos
Durante el juicio, el fiscal aseguró que Pearce actuó con un patrón sistemático de manipulación y violencia hacia mujeres jóvenes, aprovechándose de su posición en la industria del entretenimiento.
“El acusado es un violador y ahora también es un asesino”, declaró el fiscal Carmack ante el jurado.
El tribunal también escuchó testimonios de otras víctimas que describieron situaciones de abuso, drogas y coerción. Finalmente, el jurado encontró a Pearce culpable de asesinato en primer grado y violación múltiple.
Su cómplice, Brandt Osborn, fue procesado, pero el juez declaró nulo su juicio; ahora espera una nueva audiencia.
Con esta sentencia, el caso se suma a una larga lista de escándalos que han sacudido a Hollywood, donde la mezcla entre poder, drogas y abuso ha dejado tragedias irreparables.


