Estados Unidos agrandó su leyenda en el fútbol femenino con su cuarto título en ocho ediciones del Mundial.
Las norteamericanas, con goles en el segundo tiempo de Megan Rapinoe de penal y de Rose Lavelle, le ganaron 2-0 a Holanda en la final de este domingo en Francia.
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La ciudad de Lyon se vistió de gala con las dos aficiones más coloristas del Mundial, pero la igualdad en las tribunas no se trasladó al césped, con un equipo estadounidense muy superior.
Queda por saber si Donald Trump invitará a las futbolistas estadounidenses a la Casa Blanca, ya que la capitana Rapinoe, elegida mejor jugadora del Mundial, comprometida en la lucha contra las discriminaciones, había anunciado que no acudiría a esa recepción, al igual que la defensa Ali Krieger, y criticó al presidente norteamericano.
Sede por definir |
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El próximo Mundial femenino será en el 2023 en una sede por definir. Actualmente la disputan Australia, Brasil, Argentina, Bolivia, Colombia, Japón, Sudáfrica, Corea del Sur y Nueva Zelanda. El presi de la FIFA, Gianni Infantino, quiere ampliar dicho torneo a 32 equipos. |
El primer gol del partido llegó de penal, cuando Rapinoe (61′) transformó en gol una falta dentro del área de Stefanie Van der Gragt sobre Alex Morgan.
La central holandesa elevó mucho su pie izquierdo, tocando el hombro de la delantera estadounidense, por lo que la árbitra francesa Stephanie Frappart, con ayuda del VAR, señaló el manchón blanco.
Rapinoe, que ya había marcado dos tantos de penal en octavos contra España (2-1), sumó su sexta diana en el torneo, con lo que empató en el primer puesto de la tabla de goleadoras con su compatriota Morgan, ambas también con tres asistencias, aunque fue Rapinoe la que se llevó la Bota de Oro al haber disputado menos minutos que su compañera.
La delantera, de 34 años y con el pelo teñido de rosa, fue declarada mejor jugadora del partido, algo que se hizo una costumbre en el Mundial después de haberse llevado este trofeo individual en octavos contra España y en cuartos frente a Francia (2-1), duelo en el que también marcó.
En semifinales contra Inglaterra, Rapinoe no pudo jugar debido a unas molestias musculares.
La final de este domingo fue la guinda en el pastel para la norteamericana, que acaparó los principales reconocimientos individuales (Balón de Oro y Bota de Oro).
El gol de Rapinoe (minuto 61) contra Holanda, aunque llegara de penal, hacía justicia a los méritos de las estadounidenses, que dominaban el encuentro y solo la buena actuación de la portera holandesa Sari Van Veenendaal hizo que se retrasara la victoria.
Tras ese tanto, a las holandesas les tocó atacar, ya que hasta ese momento solo habían apostado por los contragolpes.
Y al verse obligadas a abrirse, encajaron el segundo tanto, en el minuto 69, cuando Rose Lavelle, en una jugada personal, condujo el balón por el centro y, poco después de meterse en el área, anotó su tercer gol del torneo, con un disparo cruzado.
Tras ese segundo tanto, se sucedieron las ocasiones de Estados Unidos, aunque el poco acierto de las norteamericanas y el gran partido de la portera holandesa impidieron un marcador más abultado.
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Estados Unidos nunca se ha apeado del podio en los ocho Mundiales disputados, con cuatro títulos (1991, 1999, 2015, 2019), un subcampeonato (2011) y tres terceros puestos (1995, 2003, 2007).
A ese dominio aplastante hay que unir, además, cuatro oros olímpicos en seis ediciones disputadas.
Además de estar en tres finales consecutivas, su entrenadora Jill Ellis es la primera que gana dos veces seguidas un Mundial, tanto en categoría femenina como masculina, desde que lo hiciera el italiano Vittorio Pozzo en los años 1930.